Un nuevo estudio revela que los creacionistas son más racistas e intolerantes que los evolucionistas
—Enguardia
Por si los insultos y el desprecio hacía los creacionistas no fuesen suficientes, ahora un artículo publicado en Phys sugiere que aquellos que no creen en la evolución tienen más números de ser racistas y homófobos.
«La incredulidad en la evolución humana se asoció con niveles más altos de prejuicio, actitudes racistas y apoyo al comportamiento discriminatorio contra los negros, los inmigrantes y la comunidad LGBTQ en los EE. UU.»
Estas son las conclusiones de un estudio publicado [1] por Stylianos Syropoulos y Bernhard Leidner en el Journal of Personality and Social Psychology de la Universidad de Massachusetts Amherst. Los autores principales colaboraron con el Israelí Uri Lifshin de la Universidad Reichman y Jeff Greenberg y Dylan Horner de la Universidad de Arizona en Tucson.
Según esta teoría la creencia en la evolución ayudaría a las personas a identificarse por igual con toda la humanidad, debido a su ascendencia común. Esto, según ellos, conduciría a las personas a tener menos prejuicios.
Es más, en el estudio realizado en Israel, teorizó que «las personas con una mayor creencia en la evolución eran más propensas a apoyar la paz entre palestinos, árabes y judíos.» En los países musulmanes, «la creencia en la evolución se asoció con menos prejuicios hacia cristianos y judíos.» Por supuesto, los cristianos ortodoxos de Europa del Este también se verían favorecidos por la teoría de la evolución, ayudándoles a tener menos prejuicios contra los gitanos, judíos y musulmanes.
«Syropoulos postula que la creencia en la evolución puede ampliar el “círculo moral” de las personas, lo que lleva a la sensación de que “tenemos más en común que cosas que son diferentes”.»
El artículo hace bien en poner entre comillas «círculo moral», pues sí seguimos la corriente materialista/evolucionista, la moralidad no es más que un nombre, algo abstracto e irrelevante. Esto, por supuesto, nos lleva a una inconsistencia. ¿Cómo podemos medir el grado moral de una persona con una teoría que no tiene nada que decir sobre la moralidad? ¿Quién define qué es bueno o malo? De hecho, el racismo podría resultar beneficioso para la evolución, tal como nos dice Jake Herbert en un artículo publicado en el Institute of Creation Research (ICR):
«Si la evolución es cierta, entonces es muy posible que un grupo de personas, a través de mutaciones fortuitas y pura suerte, pueda ser ahora “más altamente evolucionado” y, por lo tanto, superior a otros grupos de personas. ¿Y si este grupo “superior” decide que tiene derecho a maltratar a otros grupos “menos evolucionados”? Si no tenemos un Creador y somos solo el resultado de un accidente cósmico, entonces no hay una base objetiva para la moralidad y “el poder hace lo correcto” es la única regla. En un universo en el que la evolución es verdadera, ¿qué base hay para decir que tal maltrato está mal?»
Lo cierto es que la persona que cree en un Génesis literal, que quiera honrar y obedecer al Creador, difícilmente producirá frutos racistas. El cristiano entiende que todos los hombres, negros o blancos, altos o bajos, enfermos o sanos, proceden de un sola pareja (personas, no monos), creada a la imagen de Dios. A diferencia del que cree en la evolución, el creyente entiende que el hombre es más que un saco de células o un animal evolucionado. El hombre de fe afirma que las personas son más importantes que los animales y actúa en consecuencia. Sabe que todos tienen el mismo derecho y privilegio de poder encontrar la salvación en Jesús, y el mismo destino fatídico si no cree en Aquél que tiene poder para salvar y condenar.
[1] Syropoulos, S. et al. 2022. Bigotry and the human-animal divide: (Dis)belief in human evolution and bigoted attitudes across different cultures. Journal of Personality and Social Psychology. https://doi.org
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