La opinión más extendida entre los judíos es que Isaías 53 no habla del Mesías, sino de Israel. Es decir, el siervo sufriente es Israel. Esta interpretación tiene muchos problemas en sí, pero lo cierto es que muchos comentarios antiguos judíos no interpretaban al siervo sufriente como Israel. Ellos entendían que el Siervo era el Mesías. Por supuesto, daban una interpretación diferente a la nuestra, pero aceptaban al menos que se refería al Mesías.