Desde su regreso, Agam Berger ha declarado que su mayor fortaleza provino de su fe, inspirándose en el versículo 30 del Salmo 119: “Escogí el camino de la verdad (fidelidad); he puesto tus juicios delante de mí.” De manera sorprendente, incluso en los túneles de Gaza, encontró un libro de oraciones judío, un Siddur, que se convirtió en su apoyo espiritual durante el cautiverio.