Los Juegos Olímpicos de París pasarán a la historia por ser uno de los más controvertidos de la historia. Según los medios fidedignos de información, Luana Alonso, una guapa y blanca (énfasis añadido) nadadora de Paraguay, fue expulsada de la Villa Olímpica en los Juegos Olímpicos de París de 2024 debido a un comportamiento inapropiado. Después de fallar en la prueba de los 100 metros mariposa, decidió aprovechar su tiempo en París para hacer turismo, incluyendo una visita a Disneyland. El Comité Olímpico Paraguayo consideró que este comportamiento estaba generando un entorno inadecuado para el equipo.
¡Increible! ¿Cómo osa una atleta de su categoría visitar Disneyland después de perder una competición? Esto es un insulto a toda la comunidad de deportistas olímpicos que han sudado sangre para presentarse a las olimpiadas. ¡Un verdadero ultraje!
Esto es precisamente lo que deberíamos estar condenando todos y no lo que pasó en la inauguración de las Olimpiadas. A primera vista, parecía una recreación de la escena bíblica de Cristo con los 12 apóstoles compartiendo su última cena antes de su crucifixión, solo que representado por un grupo de drag queens, una modelo transexual y un dios griego del vino casi desnudo, mientras DJ Butch, una lesbiana fortota y de origen judío, ataviada con un vestido azul y una corona dorada a modo de aureola, marcaba el compás.
Pero que no os engañe nadie, porque eso no fue una representación de la Santa Cena, tal como declaró Thomas Jolly, el creador de este evento tan encantador. En realidad, esto no fue más que una escena de las Bacanales, una fiesta pagana que simboliza la libertad, la embriaguez y el éxtasis. DJ Butch recalcó que la idea era “celebrar el amor, la inclusión y la diversidad a través de la música y la danza para unirnos a todos”.
Imaginense, incluso Emmanuel Macron, con todo el esfuerzo que está realizando para repeler a la fuerza oscura ultraderechista, tuvo tiempo para decirnos que “los franceses y el mundo entero se sintieron muy orgullosos de esta ceremonia, nos llenó de orgullo. Su audacia hizo mucho bien a mucha gente”.
A pesar de las buenas intenciones y el apoyo de Macron, tanto Thomas Jolly, el artífice de esta maravillosa escena, como el Comité Olímpico, tuvieron que disculparse por si acaso habían ofendido a alguien. ¿Ofender a alguien? ¿Pero cómo puede una escena tan inclusiva (tanto que incluye a un niño) y alegre molestar a nadie? “Mi deseo no es ser subversivo, ni burlarme o escandalizar», dijo Jolly a AP. “Sobre todo, quería enviar un mensaje de amor, un mensaje de inclusión y en absoluto dividir”.
Por otro lado, Anne Descamps, la portavoz del Comité Olímpico tuvo que humillarse ante los extremistas cristianos al recalcar que “nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso… realmente intentamos celebrar la tolerancia comunitaria», dijo Descamps. «Viendo el resultado de las encuestas que hemos compartido, creemos que esta ambición se ha conseguido. Si la gente se ha sentido ofendida, por supuesto lo sentimos muchísimo».
No obstante, los conspiracionistas y extremistas siguen viendo señales apocalípticas por todas partes. Se ofenden por ver a Marie Antoinette decapitada o a una una mujer montando un caballo metálico. ¿Qué significa? No lo sé ni me importa, porque es bello y enigmático y eso es suficiente. Así que, como dijo Hidalgo, la alcaldesa parisina, “que se jo*** los reaccionarios, que se jo** la extrema derecha, que se jo*** todos los que quieren encerrarnos en una guerra de todos contra todos.”
La alcaldesa del Partido Socialista también dijo que la ceremonia y los Juegos Olímpicos son un punto de esperanza en un repunte del sentimiento político de extrema derecha en Francia y el resto de Europa. “Los mensajes de la extrema derecha han sido aplastados por estos Juegos y por la ceremonia de apertura”, declaró. “Está ocurriendo algo increíblemente positivo”.
Tan positivo ha sido todo que hasta un hombre (perdonen, una mujer…, bueno, una persona que se siente mujer), por primera vez en la historia, ha conseguido legalmente partirle los dientes a una mujer en el ring, sin pasarle absolutamente nada. Eso es a lo que yo llamo progreso. ¡Viva Francia, Viva Europa, Viva el Mundo, Viva los Juegos Olímpicos!
—Jené Lecrois Pas
Gracias por compartir este artículo. Alegría!!! Olé para esos progres. Bueno, no les durará mucho. No tienen idea de la que va a caer. Y aún así, Dios tenga misericordia.