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«He escogido el camino de la fe», relata Agam Berger después de su cautiverio en Gaza

Agam Berger - Israelí secuentrada por Hamas de regreso a casa
Agam Berger de camino a casa con un mensaje para todo Israel: «Elegí el camino de la fe y por el camino de la fe volví. ¡Gracias al pueblo de Israel y a nuestros heroicos soldados de las FDI! ¡No hay nadie como ustedes en el mundo!»

Enguardia

Agam Berger ha pasado 482 días en Gaza, pero su experiencia le ha transformado por completo. Con tan solo 20 años, Agam fue secuestrada mientras trabajaba en un puesto de observación en Nachal Oz. Fue liberada en el marco de un acuerdo de rehenes junto con Arbel Yehud, Gadi Mozes y cinco ciudadanos tailandeses.

Desde su regreso, Berger ha declarado que su mayor fortaleza provino de su fe, inspirándose en el versículo 30 del Salmo 119: “Escogí el camino de la verdad (fidelidad); he puesto tus juicios delante de mí.” De manera sorprendente, incluso en los túneles de Gaza, encontró un libro de oraciones judío, un Siddur, que se convirtió en su apoyo espiritual durante el cautiverio.

Su historia ha conmovido a muchas personas. Según relató Yaffa Deri, una de las integrantes de la organización Kesher Yehudi (Conexión Judía), Agam encontró ese libro en Gaza y lo convirtió en su refugio espiritual. “Ella cree que el Siddur fue dejado por error por soldados israelíes que estuvieron en la zona antes de su captura”, explicó Deri.

A pesar de la presión de sus captores, Berger se aferró a su identidad judía y se negó rotundamente a aceptar el Corán, aunque los terroristas intentaron persuadirla insistentemente. Su caso no es único. Moran Stella Yanai, otra israelí liberada en noviembre de 2023, contó al Canal 12 que sus secuestradores la presionaban a diario para convertirse al islam, prometiéndole que la liberarían antes si lo hacía. Incluso la obligaron a leer versos del Corán y, en una ocasión, le pusieron un hiyab a la fuerza.

Según All Israel News, este tipo de tácticas de conversión forzada han ocurrido en otros secuestros por extremistas islámicos. Casos como el de Joshua Boyle, Caitlan Coleman y James Foley, quienes adoptaron el islam tras ser retenidos, han sido analizados por expertos. Según Business Insider, las condiciones extremas del cautiverio pueden llevar a algunos rehenes a replantear sus creencias por miedo, presión psicológica o un deseo de supervivencia.

Sin embargo, Berger y Yanai resistieron. Su firmeza contrasta con la historia de Yvonne Ridley, la periodista británica que, tras ser secuestrada en Afganistán, terminó defendiendo a grupos extremistas y describiendo los encuentros como actos de generosidad.

Agam señaló que, si bien los captores albergaban un profundo odio hacia los judíos, mostraban un cierto respeto hacia las personas religiosas. “Odian a los judíos, pero para ellos es mejor ser religioso que no tener fe en absoluto”.

“No sé cómo habría sobrevivido sin mi fe”, dijo. “Al final, eso es lo que me dio esperanza”.

Meirav Berger, la madre de Agal, también encontró consuelo en la espiritualidad. “Agam fue secuestrada por ser judía. Nuestra respuesta debe ser fortalecer nuestra identidad judía”, expresó Meirav. Ella misma descubrió en la Biblia un apoyo inesperado: “Recién comencé a estudiarla, y la Parashá [porción semanal de la Torá] me sirve como ancla y brújula”.

Curiosamente, la lectura de la Torá correspondiente a la semana en que Agam fue liberada narraba el Éxodo de Egipto y el cruce del Mar Rojo, un relato de liberación y esperanza. En una entrevista con YNet News, Meirav explicó que su hija no había crecido en un hogar religioso, pero en cautiverio intentó seguir los mandamientos judíos. Ayunó en los días sagrados y respetó el Shabat.

“Oraba constantemente y tenía la certeza de que saldría con vida”, relató su madre. “Incluso guardó el Shabat, algo que nunca había hecho antes. Cuando los terroristas le ordenaron cocinar para ellos, ella les dijo: “No enciendo fuego en Shabat’. Como mujer jaredí, no sé si yo misma habría tenido una fe tan firme en una situación así”.

Tras su regreso, Agam ha compartido un mensaje de unidad para el pueblo de Israel. Según explicó, los terroristas de Hamás se alegraban al ver noticias de divisiones internas en Israel. “Nos decían que cuando estamos unidos, somos fuertes. Debemos preservar esa unidad”, expresó.

La familia de Agam también ha querido compartir su mensaje. Sus allegados han comenzado a usar camisetas con su frase más emblemática: “He elegido el camino de la fe”, dejando claro que no ha sido el camino de la política ni de los medios de comunicación.

Por su parte, su madre instó a los israelíes a un renacimiento espiritual: “Necesitamos renovarnos, ir al mikvé y salir transformados, todos nosotros”.

Amen, que Dios siga transformándolos y guiandolos hacia la verdadera Luz, Yeshua ha Mashiaj, Jesús el Mesías.  

 

 

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