—Enguardia
Hace algunos años, mientras trabajaba produciendo videos para una organización cristiana (pentecostal), nuestro jefe nos llamó a su oficina. En ese momento estábamos preparándonos para la conferencia anual que se iba a celebrar en Jerusalén. La música era el elemento más importante de este evento y nos asignaron hacer varios videos. Para inspirarnos, nuestro jefe nos mostró un video. [1] La película, estéticamente impecable, presenta a cuatro personajes errantes que abandonan sus antiguos hogares para encontrar su verdadero hogar. La parte de ficción se intercala con un escenario más realista: la oficina de la iglesia de Hillsong. Allí, algunos de sus líderes más destacados se encuentran sentados alrededor de la mesa hablando sobre la iglesia.
A mis colegas les encantó la película. A mi también pero… sentí que algo estaba mal. No era el narrador, que era difícil de entender en algunos puntos, o el estilo estético (algo pesado para mi gusto), era otra cosa. No mucho después me di cuenta de lo que era. La película no hablaba de Cristo o de su iglesia, sino que estaba promocionando la Iglesia Hillsong. El hogar del que estaban predicando no era el hogar que Dios había preparado para nosotros, sino el hogar de Hillsong. Es cierto que parte de la película hablaba sobre el hijo pródigo y su regreso a casa (sonando casi bíblico), pero la mayor parte del video se centra en Hillsong. Es imposible verlo de otra manera que un video promocional. Después de todo, esto es lo que la organización para la que trabajaba estaba tratando de hacer: promocionar su «empresa». Y es por eso que terminamos copiando el aspecto promocional del video.
Pero Hillsong no es solo una «iglesia», es una industria, una super productora musical. Según la revista Rolling Stone, desde 1992 Hillsong ha vendido más de 55 millones de álbumes en todo el mundo, se han reproducido por streaming más de mil millones de canciones y ¡50 millones de personas cantan sus canciones en sus iglesias cada semana! [2] En cuanto a sus ingresos, en 2017 un informe auditado de forma independiente estimó unas ganancias de más de 109 millones de dólares, aproximadamente 14 millones provenían directamente de su música.
Desafortunadamente, a muchos cristianos no les importan estas estadísticas e incluso puede que te culpen por criticarlas. Dirán que «se lo merecen tanto como cualquier artista secular» o puede que pregunten, «¿por qué un cristiano no puede ganarse la vida cantando o escribiendo música de adoración?»
Bien, probablemente no me quejaría si viera a algún cantante cristiano tratando de conseguir algo de apoyo para traer pan a casa. Pero si me dicen que un individuo en Australia llamado Brian Houston, que resulta ser el director de Hillsong, gana alrededor de 10 millones de dólares al año, [3] o que otro pastor de Hillsong (en Nueva York) llamado Carl Lentz, al que le gusta llevar prendas de diseño y usar cadenas de oro, tiene un patrimonio neto de 2 millones de dólares o que Darlene Zschech, ex «pastora» del grupo musical de Hillsong, vendió su casa por 4 millones de dólares, bueno… tal vez, solo tal vez, podría haber algo raro en todo este asunto.
No obstante, no se trata de ganar dinero con la música. Este es un problema sobre cómo ganar dinero con la música de alabanza, si es lícito llamarla así. En cualquier caso, ¿desde cuándo la música de alabanza se ha convertido en un negocio? Por supuesto, no era un negocio cuando los primeros cristianos caminaron sobre esta tierra. O cuando San Agustín escribió La Ciudad de Dios. O cuando Lutero colgó su tesis condenando las atrocidades de la «Iglesia». ¿Por qué de repente está bien visto hacerse rico cantando música de adoración?
Pero el problema con la música de Hillsong no es solo el dinero, se trata de… bueno, casi todo. La música tipo trance, la atmósfera, los símbolos… Podríamos escribir un libro completo sobre todas estas cosas. Aquí solo quiero analizar rápidamente una: la letra.
Algunas de las canciones de Hillsong no parecen tener nada de malo en ellas (por lo menos no a primera vista). Sí, pueden ser superficiales y poco claras, pero no necesariamente incorrectas. Sin embargo, otras tienen algo en ellas que te dan ganas de presionar Ctrl + Supr. What a Beautiful Name (Qué nombre más bello) es un ejemplo. La canción empieza bien. Sí, seguramente utilizaría otro tipo de palabras, pero no parece tener nada incorrecto: «Tú eras el Verbo al principio / Uno con Dios, el Señor Altísimo… Que hermoso Nombre es / Nada se puede comparar…» El problema viene en la cuarta estrofa:
No querías el cielo sin nosotros
Así que Jesús, Tú nos bajaste el cielo
¿Necesitamos siquiera decir que esto es completamente antibíblico? Jesús no murió por nosotros porque se sintiera solo o porque nos necesitara. Dios estaba perfectamente bien antes de crearnos. No nos necesita en el cielo.
Desde Hillsong, Ben Fielding escribe:
«En un intercambio reciente sobre las dos primeras líneas de esta estrofa, mi amigo Glenn Packiam, a quien admiro como un gran pensador y compositor, sugirió esta aclaración de contexto: “El cielo, el espacio de Dios, y la tierra, el espacio humano, eran uno. Pero el pecado fracturó la unión del cielo y la tierra. La belleza del evangelio es que la solución que ofreció Dios no fue bajar del cielo para sacarnos de la tierra, sino más bien traer el cielo a la tierra de tal manera que lo renovara todo”. Concuerdo completamente. Mediante la encarnación y el ministerio de Jesús, el Reino de los Cielos ha venido a la tierra.» [4]
Pues yo no estoy de acuerdo. El pecado no fracturó la unión entre el cielo y la tierra, el pecado fracturó nuestra relación con Dios. «La belleza del evangelio» no es la unión entre el cielo y la tierra, es la redención y la unión entre Dios y el hombre. Además, el Reino de los Cielos aún no está aquí, al menos no en su totalidad. Es evidente que Hillsong está promoviendo la teología del dominio (dominionismo), una doctrina peligrosa que enseña que podemos (y debemos) recuperar y dominar este mundo.
La omisión de palabras como Jesús o Cristo prevalece en muchas canciones. En un concierto realizado en Israel, Taya Smith, una de las principales cantantes de Hillsong, apareció con la cabeza rapada (como una profetisa preparada para pronunciar sus oráculos) lista para cantar Oceans, una canción con más de 40 millones de visualizaciones en YouTube. Al escuchar o leer la letra, inmediatamente pensamos en Jesús caminando sobre las aguas, sin embargo, no vemos su nombre mencionado ni una sola vez.
La biografía de Taya Smith en el sitio web de Hillsong dice lo siguiente:
«A Taya le apasiona el tipo de adoración que apunta hacia Jesús y su esperanza es llevar a las personas a adorar de manera más auténtica y apasionada a medida que descubren más sobre Él.» [5]
¿Y a quién va a apuntar sino? Pero el propósito de la música de adoración (que algunos siguen cantando con himnos) no es «apuntar» a Jesús. La adoración es para alabar a Dios, punto. La música de alabanza no es un método para atraer a la gente. Nunca ha sido así y no debería serlo hoy.
Desafortunadamente, esto es exactamente lo que muchas iglesias alrededor del mundo están haciendo hoy: adaptar su música al mundo para atraer almas. Pero me pregunto: ¿qué quieren decir con adorar más «auténtica y apasionadamente»? Espero que algún día puedan responder esto, porque me gustaría saberlo.
So Will I (Yo también lo haré) es otra canción que nos hace, definitivamente, enseñar la tarjeta roja. Supuestamente, la canción está basada en el Salmo 19:1: «Los cielos cuentan la gloria de Dios; los cielos proclaman la obra de sus manos». Pero si uno lee todo el capítulo, rápidamente encontrará poca o ninguna semejanza con la letra de la canción. Casi parece que fue compuesto por algún deísta contemporáneo. Y lo que es peor, un deísta contemporáneo que cree en la evolución (como creen muchos de ellos).
Dios de la creación
Ahí al principio
Antes del comienzo de los tiempos
Sin punto de referencia
Le hablaste a la oscuridad
Y diste cuerpo a la maravilla de la luz
Y mientras hablas
Nacen cien mil millones de galaxias
(…)
Y mientras hablas
Cien mil millones de criaturas toman tu aliento
Evolucionando en pos de lo que dijiste
Si todo revela tu naturaleza, yo también lo haré
Eres el que nunca deja al que se queda atrás
Algunas personas argumentan que «evolucionando» no significa realmente evolucionar. O que fue una mala elección de palabras. Pero, dado el contexto, es difícil encontrar otro significado. Y si fue un error, ¿por qué no admitirlo? ¿Por qué no arreglarlo?
Sin embargo, el problema con Hillsong no es solo la letra de sus canciones, también se trata de los hombres detrás de ellas. El año pasado, Marty Sampson, uno de los escritores musicales de Hillsong admitió abiertamente haber perdido la fe:
«Es hora de hablar claramente. Realmente estoy perdiendo la fe y no me molesta. Pues ahora ya no me molesta nada. Estoy tan feliz ahora, tan en paz con el mundo. Es una locura. (…) Ya no estoy dentro. Quiero una verdad genuina. No el tipo de verdad de «yo simplemente lo creo». La ciencia sigue perforando la verdad de todas las religiones. Hay muchas cosas que ayudan a las personas a cambiar sus vidas, no solo una versión de Dios. (…) Todo lo que sé es lo que es verdad para mí en este momento, y el cristianismo me parece solo otra religión.» [6]
Sampson dijo más tarde que no estaba perdiendo la fe, pero que estaba en un «terreno increíblemente inestable». En cuanto a su puesto en Hillsong, dijo:
«En todo caso, todo lo que he recibido de Hillsong es apoyo y la oportunidad de seguir mi propia mente, y siempre me han enseñado lo que percibo como una sana doctrina pentecostal». [7]
Así pues, Sampson admite que Hillsong le dio rienda suelta para seguir su propia mente. Pero esto es lo último que debe hacer un pastor o una iglesia que se preocupa por su rebaño. Debemos estar sujetos a la Palabra, no a nuestras propias mentes o deseos. Por otro lado, ¿cómo afecta esto a las letras de las canciones de Sampson? Por supuesto las dudas de Marty no surgieron de repente. ¿Seguirá la gente cantando sus canciones? ¿Van a ser analizadas por Hillsong?
Curiosamente (y tristemente), Sampson cree que Hillsong «siempre ha enseñado lo que yo percibo como sana doctrina». Así pues, un hombre que casi ha renunciado a su fe y que cuestiona la fe cristiana, ¡cree que Hillsong tiene una buena doctrina! O Sampson está mintiendo o Hillsong está enseñando una doctrina no bíblica. Creo que la segunda opción es probablemente la correcta.
Pero la doctrina es lo que realmente está en juego. Entre otras cosas, Hillsong enseña el evangelio de la prosperidad. Esta teología o doctrina enseña que Dios siempre quiere lo mejor para sus hijos, esto es, que su deseo es bendecir a todos económicamente. El evangelio de la salud y la riqueza, otro nombre para esta creencia religiosa, también enseña que Dios quiere sanar a todos (siempre que tengamos fe). Entonces la fe es lo que se requiere. Pero no te dejes engañar, esto no es fe en Cristo, es fe en el objeto. Es creer que Dios te dará todo lo que pidas.
No es sorprendente, dada la música y la doctrina de Hillsong, ver de vez en cuando algún titular controvertido sobre Hillsong. Como la vez que Diego Simila (uno de los pastores de Hillsong) apareció en el escenario solo con calzoncillos y un sombrero de vaquero haciendo una de sus actuaciones (sin mencionar la vez que apareció en Instagram medio desnudo y con un sombrero de Papá Noel). O como aquel día en el que anunciaron que Reed Kelly y Josh Canfield, un cantante ocasional y un líder del grupo de «alabanza», habían estado en una relación abiertamente homosexual mientras servían en Hillsong NY (el mismo lugar donde sirve como pastor Carl Lentz, aquel al que le gusta usa ropa cara). O como la vez que el mismo pastor de Nueva York no quiso condenar abiertamente el aborto porque, aparentemente, «quieren seguir siendo relevantes».
Relevancia, esa es la palabra. Quizás esta sea una de las pocas cosas que no esconden. Hillsong quiere ser «la voz» que cambie el mundo, la «iglesia» que metamorfoseará la cultura. En las propias palabras de Brian Houston:
«Al igual que cualquier hogar, la Iglesia Hillsong es una cultura, y nuestra cultura está construyendo una atmósfera de fe y esperanza, la creencia de que todos pueden alcanzar el potencial que Dios les ha dado». [8]
Pero, discúlpame Brian, ¿cómo crees que vas a cambiar el mundo? ¿Copiando el mismo estilo de música que escuchamos en las calles? ¿Permitiendo un comportamiento mundano? ¿O quizás despertando en la gente el deseo de las riquezas, la salud y la prosperidad? Sin considerar cuál es la voluntad de Dios y su trato con nosotros ¿No es eso lo que el mundo ya está buscando?
Desafortunadamente, Hillsong no está solo. Hoy en día, abundan muchas iglesias y bandas del tipo Hillsong. Saliendo de Bethel Church, una mega iglesia carismática con sede en Redding, California, tenemos Bethel Music y Jesus Culture, dos conocidas máquinas musicales que imitan a Hillsong. Mientras tanto, en Charlotte, NC (EE.UU.), tenemos Elevation Church con su banda Elevation Worship. Ambas son organizaciones multimillonarias con teologías profundamente cuestionables. Y estas son solo dos de las miles de iglesias permeadas del estilo musical y doctrinal falso tipo Hillsong en todo el mundo.
Ahora bien, podríais culparme por señalar demasiado con el dedo. Y tenéis razón, pero a veces es necesario hacerlo. Mi objetivo no es culpar a una determinada iglesia o grupo pero vivimos en tiempos difíciles y, a menos que queramos ver algún cambio, algún cambio verdadero, debemos comenzar por examinarnos a nosotros mismos. Creo que la mayoría de nosotros, si no todos, tenemos la culpa de la etapa en la que nos encontramos. Ya sea por no hablar, por no preocuparnos por este tema, o simplemente por dejarnos llevar por él, tenemos algo de lo que arrepentirnos.
Notas y referencias
- Hillsong Live Vision Film 2012
- Edwards, J. (06 de Febrero, 2020) Inside Hillsong Church’s Hit-Making Music Machine.
- Es difícil saber con certeza las cifras exactas del patrimonio neto de Brian Houston. 10 millones de dólares es una estimación.
- Fielding, B. (16 de mayo, 2017) Scriptural Inspiration Behind the Lyrics of ‘What a Beautiful Name’.
- Lean la biografía de Taya Smith aquí.
- Lindsay, L. (13 de Agosto, 2019) ‘I’m Genuinely Losing My Faith’: Hillsong Worship Leader Rejects Christian Beliefs.
- Klett, L.M. (13 de Agosto, 2019 ) Hillsong worship leader clarifies he hasn’t renounced faith, but it’s on ‘incredibly shaky ground’.
- Cita del video Hillsong Live Vision Film 2012
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