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Las 9 guerras del Apocalipsis

Batalla de Armagedón

–Enguardia

Mucha gente que cree en las profecías bíblicas comenta que estamos en los últimos tiempos porque hay «guerras y rumores de guerras» (Mat. 24:6; Mar. 13:7). Aunque, sin duda, estos acontecimientos están allanando el camino para la venida del Señor, es muy posible que las guerras mencionadas por Jesús ocurran poco antes o durante la Tribulación.

Curiosamente, cuando se habla del Apocalipsis, a menudo solo se menciona la famosa batalla de Armagedón, que ha sido retratada en películas, libros y sermones. Sin embargo, la Biblia describe una serie de guerras proféticas, no solo una. Según el Dr. David Reagan, habrá nueve conflictos distintos que marcarán el desarrollo de los acontecimientos del fin de la era actual, que culminarán con la gloriosa venida de Jesucristo y el establecimiento de su reino eterno.

La gran tribulación no solo estará marcada por grandes eventos cataclísmicos, que ya de por sí serían suficientes para ponernos los pelos de punta, sino también por grandes guerras mundiales. En todas ellas, Israel será el foco de atención.

    Las nueve guerras del fin de los tiempos

1 La guerra de exterminio

Salmos 83

Guerra regional contra Israel.
2 La primera guerra de Gog y Magog

Ezequiel 38-39

Guerra contra Israel liderada por Rusia y sus aliados musulmanes.
3 La guerra convencional de la Tribulación

Apocalipsis 6:1-8

Guerra dónde perecerá un cuarto de la población mundial.
4 La guerra nuclear de la Tribulación

Apocalipsis 8-9

Guerra dónde perecerá otro cuarto de la población mundial.
5 La Guerra en los cielos

Apocalipsis 12:7-9

Batalla celestial entre Satanás y el arcángel Miguel y su ejército.
6 La guerra contra los judíos y los santos

Apocalipsis 12:13-17

Guerra del Anticristo contra los judios y los santos.
7 La campaña del Anticristo en el Medio Oriente

Daniel 11:40-45

Batalla del Anticristo contra Siria y Egipto en la Tierra Prometida.
8 La batalla de Armagedón

Apocalipsis 16:16; 19; Zacarías 19; Joel 3

Preparación del Anticristo para pelear contra los reyes del Norte y del Este en Meguido (Armagedón). Cristo descenderá y destruirá al Anticristo y todos sus enemigos.
9 La segunda guerra de Gog y Magog

Apocalipsis 20:7-9

Guerra final después del milenio. Satanás intentará de nuevo tomar el poder, pero será derrotado una vez por todas.

 La guerra de exterminio — Salmos 83

Aunque no todos están convencidos de esto, algunos intérpretes como Bill Salus creen que la guerra que se menciona en el Salmos 83 todavía no se ha cumplido. Esto puede parecer extraño, pero debemos recordar que los salmos también contienen muchas profecías. Por ejemplo, las que se mencionan acerca del Mesías.

«Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, Y no haya más memoria del nombre de Israel.» (Salmos 83:3-4)

La guerra del Salmo 83 estará marcada por una coalición de países colindantes a Israel. Entre estos estarán Moab y Amón (Jordania), Filistea (Gaza palestina) Tiro (Líbano/Hezbolá) y los ismaelitas (Arabia). Estos enemigos, motivados por un odio ancestral y demoníaco, intentarán borrar el nombre de Israel del mapa mediante una ofensiva total. Curiosamente, esto es lo que han intentado hacer desde 1948, cuando Israel se restableció como nación.

Sin embargo, el texto bíblico muestra que Dios intervendrá para proteger a su pueblo, tal como lo hizo en tiempos de Gedeón y de los jueces (Salmo 83:9-12). El resultado de esta guerra será una victoria decisiva de Israel, que le permitirá expandir probablemente el territorio prometido en el libro del Génesis 15:18. Este conflicto permitirá a Israel vivir en seguridad, consolidar su identidad nacional y preparar el terreno para la guerra de Gog y Magog.

 La primera guerra de Gog y Magog — Ezequiel 38-39

La guerra de Gog y Magog, mencionada en Ezequiel 38 y 39, es una de las guerras más citadas por los expertos en profecía bíblica. Aunque es posible discrepar en algunos de los países protagonistas, es indudable que este conflicto armado se encuentra en el futuro, quizá más cerca de lo que se podría pensar.

Esto probablemente sucederá después del conflicto descrito en el Salmo 83, momento en el que, debilitados por su derrota, la coalición musulmana buscará la ayuda de Rusia (Gog) y sus aliados: Mesec y Tubal (Turquía), Persia (Irán), Cus, Put, Gomer y Togarma.

La derrota en la guerra anterior despertará la ira del resto de naciones musulmanas, que buscarán aniquilar a Israel de una vez por todas. Rusia, aliada en la actualidad con Irán y Turquía, aprovechará esta oportunidad «para arrebatar despojos y para tomar botín» (Ez. 38:12).

Israel, aislado, se enfrentará a una invasión masiva desde el norte. Pero Dios mismo peleará por Israel, enviando terremotos, confusión, fuego, azufre y granizo (Ez. 38:19-22). Los ejércitos invasores serán aniquilados «en los montes de Israel» (Ezequiel 39:4). Israel tardará siete meses en enterrar los cuerpos y siete años en quemar las armas. Por este motivo, algunos proponen que la guerra de Ezequiel 38 debe acontecer tres años y medio antes de la gran tribulación, ya que sabemos que los judíos irán en cautiverio cuando se manifieste el anticristo en la mitad de la gran tribulación (Ap. 12:13-17).

Al final, Dios derramará su Espíritu sobre la casa de Israel (Ezequiel 39:29). Es posible que esto haga referencia a los 144.000 sellados de Apocalipsis 7, es decir, el remanente que habrá crecido en Jesús (Yeshua) como Mesías.

 La guerra convencional de la Tribulación — Apocalipsis 6:1-8

Al inicio de la Tribulación, el Anticristo consolidará su poder político, aunque se topará con una resistencia global. La apertura de los sellos del Apocalipsis es una secuencia de eventos que simbolizan conquista, guerra, hambre y muerte. Aproximadamente 1500 millones de personas, es decir, el 25 % de la población mundial, morirán (Apocalipsis 6:8).

El Anticristo utilizará sus fuerzas militares para someter a las naciones que rechacen su autoridad. La guerra será global y convencional, con armamento moderno. Dios permitirá que la humanidad experimente las consecuencias de su incredulidad y rebeldía. Será un juicio que allanará el camino para el dominio del Anticristo como falso mesías mundial.

Según David Reagan, Dios utilizará al Anticristo para acabar con el islam. La guerra del Salmo 83 provocará la destrucción de los estados musulmanes que rodean Israel y estos estados se verán obligados a buscar nuevas alianzas y estrategias para hacer frente a los desafíos que se les presentan. La guerra de Ezequiel 38 y 39 provocará la derrota del círculo exterior inmediato de países musulmanes.

Sin embargo, la mayor parte de la población musulmana no reside en Oriente Medio y probablemente no participará en las dos primeras contiendas, aunque es posible que sí lo haga en la presente o en la siguiente.

 La guerra nuclear de la Tribulación — Apocalipsis 8-9

El conflicto bélico convencional alcanzará proporciones catastróficas, escalando a un escenario de holocausto nuclear. Apocalipsis 8 describe cómo se quemará un tercio de la tierra, el mar y los árboles. Las trompetas y copas del Apocalipsis reflejan efectos compatibles con la radiación y la destrucción atómica: oscuridad, contaminación del agua y muerte masiva.

«Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número.» (Ap. 9:15-16)

Durante este tiempo, morirá otro tercio de la humanidad (1.500 millones de personas).

Los juicios de Dios se intensificarán, pero la mayor parte del mundo no se arrepentirá (Ap. 9:20-21). Quizá esto es lo que tuvo en mente Jesús cuando dijo que «si aquellos días no fuesen acortados, nadie se salvará» (Mateo 24:22). Dios pondrá un límite a esta destrucción masiva.

 La guerra en los cielos — Apocalipsis 12:7–9

La quinta guerra será muy distinta a las demás. De hecho, es posible que los propios mortales ni siquiera se den cuenta de lo que está sucediendo, ya que se trata de un acontecimiento sobrenatural que tendrá lugar en otra dimensión en medio de la gran tribulación. 

«Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.» (Ap. 12:7-9)

El líder de esta rebelión será Satanás, que luchará contra el arcángel Miguel y los ejércitos celestiales. En la mitad de la Tribulación, Satanás intentará nuevamente usurpar el trono de Dios. Sin embargo, será derrotado por Miguel y expulsado del cielo, perdiendo así el acceso al trono divino. (Ap. 12:9-10).

 La guerra contra los judíos y los santos — Apocalipsis 12:13-17

La próxima guerra será visible. Satanás, el dragón, será expulsado a la Tierra y centrará toda su furia en el pueblo del Mesías: Israel.

«Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.» (Ap. 12:13)

Satanás sabrá que tiene poco tiempo (Ap. 12:12) para frenar la llegada del Mesías e intentará por todos los medios deshacerse de la mujer (Israel). Sin embargo, Dios intervendrá milagrosamente y protegerá a un remanente durante los últimos tres años y medio de la Tribulación (Ap. 12:14-16). Israel será ferozmente perseguido. Un grupo de judíos huirá a un «lugar preparado por Dios» en el desierto (Ap. 12:6), identificado por muchos como Bosra/Petra, en Jordania.

Desgraciadamente, dos tercios del pueblo judío perecerán (Zac. 13:8), y una gran cantidad de gentiles morirán como mártires, aunque este último grupo será vindicado tras su muerte.

 La campaña del Anticristo en el Medio Oriente — Daniel 11:40-45

Los versículos que leemos a continuación podrían indicar que, cuando el Anticristo se obsesione locamente con destruir a los judíos y tome posesión de su reino, las naciones del mundo verán la oportunidad de rebelarse contra él.

«Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él [anticristo]; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. Entrará a la tierra gloriosa [Israel], y muchas provincias caerán… Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto… Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos. Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares [Armagedón (?)] y el monte glorioso y santo; más llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude.» (Daniel 11:40-45)

Las naciones de Oriente Medio estarán lideradas por el «rey del Norte» (probablemente Siria) y el «rey del Sur» (Egipto). El Anticristo invadirá «la Tierra Hermosa» y someterá toda la zona, excepto Jordania.

Sin embargo, justo cuando parezca haber obtenido la victoria total, oirá «rumores del Este y del Norte» que lo perturbarán profundamente. Entonces, se retirará con sus ejércitos a la zona «entre los mares», donde «llegará a su fin». La descripción geográfica de un lugar situado entre el mar Mediterráneo y el mar de Galilea corresponde al valle de Armagedón.

Es posible que los rumores que lo inquietan sean, en parte, la noticia de que «los reyes del Este» (Apocalipsis 16:12), que traen enormes ejércitos desde Asia, han llegado al río Éufrates y están listos para cruzar a Israel y enfrentarse a él. Los rumores del norte podrían estar relacionados con un ejército rebelde reconstituido de Rusia.

 La batalla de Armagedón — Joel 3, Zacarías 14, Apocalipsis 19

Cada vez que surge un conflicto en Oriente Medio, mucha gente se pregunta: «¿Será esta la guerra de Armagedón?». La confusión es comprensible, ya que la mayoría solo conoce una guerra del fin de los tiempos.

El término «Armagedón» proviene de Apocalipsis 16:16, que menciona un lugar en hebreo llamado Har-Magedón, es decir, «Monte de Meguido». Este monte, situado en el norte de Israel, dominaba el valle de Jezreel, escenario de grandes batallas bíblicas (Débora contra Sísara, Gedeón contra Madián y Josías contra el faraón Necao). En ese valle confluyen las rutas militares de Oriente Medio, por lo que se considera un punto clave en las profecías.

No obstante, la Biblia nunca habla de una «batalla de Armagedón» en sí, sino de una reunión de ejércitos en ese lugar. Cuando los ejércitos del Este y del Norte comiencen a llegar al valle de Armagedón para desafiar al Anticristo, el Señor descenderá de los cielos al monte de los Olivos. Todos los ejércitos serán destruidos al instante con el «aliento (espíritu) de su boca» y el «resplandor de su venida». (2 Ts. 2:8).

El capítulo 14 de Zacarías dice que, después de afirmar sus pies sobre el monte de los Olivos (Zac. 14:4), Jesús «herirá a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén», haciendo que se consuman «las cuencas de sus ojos y la lengua se les deshará en la boca». (Zac. 14:12).

 La segunda guerra de Gog y Magog — Apocalipsis 20:7-9

La contienda de Armagedón será seguida por mil años de paz, ya que el reinado de Jesús desde Jerusalén dará como resultado un mundo lleno de rectitud y justicia (Isaías 11:4-5, 9). Las espadas se convertirán en rejas de arado y las lanzas en hoces; «ninguna nación levantará la espada contra otra nación…» (Isaías 2:4)

Satanás será encerrado en el gran abismo durante mil años (Apocalipsis 20:1-3). Aunque el pecado y el crimen estarán muy restringidos, habrá una rebelión latente en el corazón de muchas de las personas que nazcan durante ese tiempo.

Cuando Satanás sea liberado al final del milenio, mucha gente lo seguirá y se unirá a una última rebelión contra Dios. A menudo se confunde la segunda guerra de Gog y Magog (Apocalipsis 20:7-9) con la guerra de Ezequiel 38 y 39. Sin embargo, son muy diferentes. La guerra de Ezequiel describe el enfrentamiento de Rusia con Israel y algunos aliados específicos. En el Apocalipsis, Rusia es descrita como líder de todas las naciones del mundo en su rebelión contra Jesucristo.

La segunda guerra de Gog y Magog será la última de la historia. Después, Dios llevará a los redimidos fuera de la Tierra y los colocará en la Nueva Jerusalén. Luego, consumirá la Tierra con fuego para quemar la contaminación causada por la última rebelión de Satanás. De ese infierno ardiente surgirán los nuevos cielos y la nueva tierra. Finalmente, Dios hará descender la Nueva Jerusalén sobre la nueva Tierra. Los redimidos vivirán en su presencia eternamente y en completa paz.

“Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor”
Apocalipsis 21:4

Algunas observaciones 

Sin duda, algunas de las interpretaciones de David Reagan serán cuestionadas. El número de guerras apocalípticas puede variar en función de cómo se interpreten algunos de estos pasajes. Por ejemplo, la mortandad que vemos en el libro del Apocalipsis es posible que no sea solo consecuencia de la «guerra convencional» que se describe en el tercer punto. Aunque sí parece evidente que habrá por lo menos una guerra. Esto se debe a que el caballo bermejo tendrá potestad «para quitar de la tierra la paz, y que se matasen y unos a otros» (Ap. 6:4). Además, el caballo amarillo tendrá potestad para «matar con espada, hambre, mortandad y con las fieras de la tierra». (Ap. 6:8).

Por otro lado, es difícil deducir que las catástrofes del capítulo 8 sean solo consecuencia de una «guerra nuclear», tal y como se describe en el punto cuatro. Sin embargo, es prácticamente incuestionable que habrá algún tipo de guerra mundial, aunque es posible que el ejército de doscientos millones de jinetes sea de índole sobrenatural.

Por último, como mencionamos anteriormente, no todos están de acuerdo con Bill Salus en que la guerra descrita en el Salmo 83 sea un evento futuro. Sin embargo, dado que no hay constancia de que haya habido ninguna guerra como esta anteriormente, la interpretación del Dr. Salus es la más plausible.

Aunque podamos discrepar en algunos de estos puntos, es imposible negar que van a producirse grandes guerras catastróficas, así como eventos cataclísmicos que desolarán la Tierra. El estudio de estos conflictos armados debería llevarnos a abrir más nuestras mentes y nuestros corazones a quienes no conocen la bondad de Dios, pues desea que todos escapen del terrible final que le espera a este mundo hastiado y envejecido.

 


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