—Enguardia
La Teoría de la Historia de la Religiones sostiene que la navidad es un producto de la fiesta pagana en honor al Sol o Sol invictus celebrada el 25 de diciembre. Este argumento se fundamenta casi exclusivamente en un documento llamado Cronógrafo del 354. El calendario, comisionado por un cristiano (curiosamente) llamado Valentino, detalla tanto la fiesta pagana como la cristiana. Esto ha llevado a algunos a especular que los cristianos fueron influenciados por la fiesta del Sol.
En realidad, no hay evidencia de que la fiesta Natalis Sol invicti se celebrará antes de ser instaurada por Aureliano en el año 274 d.C. La intención de este emperador fue la de establecer un culto a un dios universal; es decir, un dios en quien todos pudieran creer. Sin embargo, Sol no era un dios romano. En el oriente se le conocía como Mitra, pasando más tarde a Grecia con el nombre de Helios. Parece ser que esta deidad tuvo mucha popularidad entre los romanos estacionados en Siria. Pero, como hemos dicho, la festividad en sí no parece haber tenido gran importancia hasta el siglo IV d.C
“El hecho de que Aureliano instituyera la festividad Natalis Sol Invicti casi trescientos años después del nacimiento de Cristo atestigua el hecho de que la fecha del 25 de diciembre tenía poca importancia histórica para los romanos en los siglos inmediatamente anteriores. Antes de Aureliano, no hay evidencia clara de que los romanos observaran en la antigüedad alguna festividad religiosa el 25 de diciembre. Si consultamos los Fasti de Ovidio, un libro compuesto bajo Augusto cerca del tiempo del nacimiento de Cristo y que está dedicado a los eventos históricos y rituales del calendario romano, el 25 de diciembre no recibe mención alguna. Ovidio anota la ocurrencia del solsticio de invierno, pero no aparece ninguna fiesta religiosa o festividad. Esto debe compararse con el solsticio de verano cuando los romanos celebraban a la diosa de la Fortuna. Aquí, Ovidio es muy explícito acerca de esta fiesta pagana que coincide con el solsticio. De manera similar, el relato enciclopédico de Macrobio sobre la cultura romana no menciona ninguna fiesta religiosa el 25 de diciembre.” (An examination of the Christmas date in early patristic writers. Kurt Simmons)
Hay algunos que sugieren que la navidad fue extraída de las Saturnales, unas festividades paganas romana celebradas en honor a Saturno. Sin embargo, las Saturnales se celebraban a lo largo de siete días, del 17 al 23 de diciembre, por lo que no caían en el mismo día que la Navidad. Decir que hay algunas similitudes o que las fechas son aproximadas no es suficiente para vincularlo con la fiesta cristiana. Pues, sí esto es así, ¿por qué no decir también que la Navidad es una copia de la Janucá? Después de todo también se celebra en diciembre y podemos encontrar ciertas similitudes. En realidad, sería más convincente esto que intentar vincularlo con una fiesta pagana que nada tiene que ver con las tradiciones judías.
Es tentador apuntar a la iglesia católica cómo el artífice del supuesto sincretismo de la navidad. No hay duda que la iglesia romana ha incorporado a su religión algunas prácticas paganas; en especial su adoración a los santos y a la virgen María. No obstante, debemos ser cuidadosos antes de atribuirle este supuesto error, porque, en primer lugar, la iglesia católica, tal como la conocemos hoy, todavía no existía; Constantino ni siquiera había aparecido en escena. En segundo lugar, hay evidencia, cómo veremos enseguida, de que la fecha navideña precede a la fiesta pagana del Sol.
Evodio de Antioquía (44-69 d.C)
Evodio fue antecesor de Ignacio de Antioquía y sucesor de Pedro como líder o obispo de la iglesia de Antioquía. Se cree que fue uno de los setenta discípulos enviados por Jesús. Aunque sabemos bastante acerca de Ignacio, de Evodio nos ha llegado muy poco. No obstante, Nicéforo Calixto (c. 1256 – c. 1335), un historiador de la iglesia primitiva, cita a Evodio al hablar sobre el nacimiento de Jesús:
“Él [Evodio] dice que el período desde la natividad de Cristo hasta la muerte de la madre de Dios fue de cuarenta y cuatro años; pero toda su vida, cincuenta y nueve años. Esta suma se obtiene si en efecto ella fue presentada en el templo cuando tenía tres años y allí en el recinto sagrado estuvo once años. Luego, por manos del sacerdote fue puesta en custodia de José, con quien residió cuatro meses cuando recibió el gozoso anuncio del ángel Gabriel. Sin embargo, ella dio a luz a la Luz de este Mundo el vigésimo quinto día del mes de diciembre… Después de esto, pasó treinta y tres años, cuya suma también su hijo cumplió en la tierra, que era también el Verbo eterno y antes de todos los siglos. Después de la cruz, sin embargo, a petición de él, ella vivió en la casa de Juan once años, de modo que el tiempo de su vida fue en total cincuenta y nueve años.” (Historia Ecclesiastica 2.3, Nicéforo Calixto)
Posiblemente Evodio no utilizó el término la “madre de Dios”, pero está claro que Nicéforo utilizó documentos más antiguos para esta cronología.
Sexto Julio Africano ( c. 160 – c. 240)
Africano fue un historiador y escritor cristiano de mucha influencia. Nació o creció en Jerusalén y vivió en Nicópolis (Emaús). Posiblemente fue un oficial al servicio del emperador Septimo Severo. Viajó a Grecia, Roma y Alejandría, dónde también fue a estudiar. Conocía el griego, el latin y el Hebreo. Su obra más importante es Chronographiai, un documento de cinco volúmenes de la historia del mundo. Algunos extractos de este libro nos han llegado a través del Chronicon de Eusebio.
Como algunos pasajes bíblicos tipifican a Jesús como la luz del mundo (Jn. 8:12; Ap. 22:16, etc.), Julio Africano creía que era importante o necesario correlacionar la creación del mundo con la encarnación de Cristo, conectándolo también con el equinoccio, por lo que calculó su concepción en el 25 de Marzo del 5501 AM (Anno Mundi). Kurt Simmons escribe:
Para los primeros escritores cristianos, este simbolismo significaba que los eventos de la creación tenían un significado tipológico potencial que apuntaba a Cristo. Dado que el año comienza con el equinoccio vernal y supuestamente Dios habría separado perfectamente la luz de la oscuridad, lo que para los primeros creyentes significaba lo mismo, se asumió que el primer día de la creación fue el 25 de marzo, la fecha del equinoccio en el calendario romano. Además, puesto que el séptimo día de la creación era el sábado, el primer día de la creación habría sido el domingo, el día del Señor, cuando Cristo resucitó de entre los muertos. Agregue a esto la creencia errónea de que Jesús murió en el año 31 d.C. cuando la Pascua ocurrió el 25 de marzo o alrededor de esa fecha, y la tentación de concluir que la creación era un tipo profético que prefiguraba la resurrección de Cristo en el equinoccio era simplemente demasiado grande para que algunos la resistieran. (An examination of the Christmas date in early patristic writers. Kurt Simmons)
La fecha del 25 de Marzo (sea correcta o no) es importante porque nos lleva a deducir que Africano también creyó que el nacimiento de Jesús fue el 25 de Diciembre. Esto parece estar también respaldado por el Excerpta Barbari, una traducción de un documento del siglo V que incorpora material de Eusebio y Africano.
Hipólito de Roma (170 – 236 d.C.)
Hipólito fue un discípulo de Ireneo, y este discípulo de Policarpo de Esmirna, el cual fue discípulo de apóstol Juan. Hipólito tocó temas tan variados cómo la homilética, apologética y exégesis, además de las cronografías, polémicas y leyes eclesiásticas. Uno de los documentos mejor preservados que nos han llegado es su Comentario sobre Daniel, el cual citamos a continuación:
“Porque la primera venida de nuestro Señor en la carne, cuando nació en Belén, fue el 25 de diciembre, un miércoles, estando Augusto en su año cuarenta y dos, pero desde Adán, cinco mil quinientos años. Sufrió en el año treinta y tres, viernes 25 de marzo, año dieciocho de Tiberio César, mientras Rufo y Rubelio eran cónsules.” (Comentario sobre Daniel 4.23.3, trad. por Thomas C. Schmidt)
Esta cita concuerda con la visión de Africano de que tanto la concepción como la muerte de Jesús fue el 25 de Marzo. Además corrobora o da pie a pensar que la cita anterior de Evodio es correcta.
Juan Crisóstomo (347 – 407 d.C.)
Crisóstomo fue un clérigo de la iglesia de antioquia, famoso por sus discursos públicos y por su denuncia de los abusos de las autoridades imperiales y de la vida licenciosa del clero bizantino. Fue instituido en el año 397 como metropolitano de Constantinopla en contra de su voluntad. A Juan le desagrada los privilegios del clero de la capital del Imperio Romano de Oriente y se negó a ofrecer recepciones suntuosas. Fue muy querido por el pueblo pero su estancia en Constantinopla fue difícil debido a su oposición con los poderosos y clero corrupto de la ciudad.
Al igual que Evodio de Antioquía, Crisóstomo también creía que el nacimiento de Jesús fue en diciembre.
“Una vez al año, sólo el Sumo Sacerdote entraba en el Lugar Santísimo. ¿Y cuándo sucedió esto? En el mes de Gorpiaios (septiembre). Entonces, de hecho, Zacarías entró en el Lugar Santísimo; también recibió las buenas nuevas acerca de Juan. En consecuencia, se retiró de allí y su esposa concibió. Y después de Gorpiaios, estando Elisabet en el sexto mes, que es Dustros (febrero), concibió María. Así, contando nueve meses desde Xanthikos (marzo), llegamos al presente mes en que nació nuestro Señor Cristo” (In diem natalem D. M. Jesucristo, PG 49, cols. 351-352)
Al igual que otros, Crisóstomo creyó que Zacarías fue sumo sacerdote, concluyendo que el anunciamiento se produjo en el Día de la Expiación (Yom Kippur). Puede que esto sea incorrecto, pues la Biblia solo nos dice que Zacarías fue sacerdote, no obstante, vemos, por lo menos, una razón lógica para llegar a la fecha de la natividad. Es difícil creer que un hombre tan moral como Crisóstomo tomara prestado del paganismo para llegar a esta conclusión. Más bien, Crisóstomo seguramente tomó prestado de sus antecesores, posiblemente de Evodio y Africano.
Algunos cristianos de la antigüedad como Efrén de Siria sostuvieron que la fecha del nacimiento de Cristo fue el 6 de enero. De hecho, en la iglesia ortodoxa la Navidad se celebra entre el 6 y 7 de enero. Por supuesto, no hay evidencia alguna de que Efrén se basara en una fiesta pagana para llegar a esta fecha.
Conclusión
Como hemos visto, la fiesta o fecha del nacimiento de Jesús ocurre muy temprano en la historia del cristianismo. No existe evidencia alguna de que los autores de estas cronografías se hubiesen apropiado de alguna tradición pagana, ni que la iglesia primitiva tuviese la intención de reemplazar la fiesta del Sol por la Navidad. En realidad, la fecha establecida para la Navidad precedió a la festividad Natalis Sol Invicti por más de un siglo. El hecho de que la Navidad tenga alguna similitud con otras fiestas no es razón para pensar que ésta se copió o tomó prestado de las otras. Posiblemente nunca lleguemos a saber con exactitud cuándo nació Jesús, pero no es ningún pecado intentar determinar una fecha a un evento tan importante como este. El hecho de que algunos cristianos de la antigüedad hubiesen intentado determinarla, nos hace pensar, precisamente, que creían que este evento era algo muy importante. Tan importante como su mensaje:
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí
no permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda,
yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo,
sino a salvar al mundo.” (Juan 12:46)
Amen.
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