Apostasía en el Tercer Templo

—Enguardia

Todos lo sabemos, el mundo no está mejorando. Por eso, en Jerusalén, hay un grupo judío que está trabajando arduamente para poner fin a todos nuestros problemas. La solución: preparar la venida del Mesías, un líder mundial que traerá la paz eterna. No obstante, según ellos, la verdadera paz espiritual no llegará hasta que se restablezca la ley ceremonial de los sacrificios. En otras palabras, el Tercer Templo de Jerusalén debe construirse para que el Mesías pueda traer la paz al mundo. Por tanto, muchos de estos judíos creen que es su deber, si no terminar, al menos comenzar a construir el Templo. Y así, a pesar de los obstáculos, el trabajo sigue avanzando, trazando planos, haciendo objetos, creando estrategias.

En el reportaje preguntamos a un miembro del «Sanedrín»: ¿Crees que estamos cerca? ¿Está casi aquí el Tercer Templo?

«Sí, absolutamente. Muchos musulmanes… hablando del alto rango o la jerarquía en la religión musulmana, vinieron a nosotros y nos pidieron: por favor, construyan el templo. ¿Por qué? Porque el templo es para todos, para todas las naciones, para prosperar y progresar. Entonces, vinieron a nosotros y nos dijeron: por favor, edifiquen el templo. El cristianismo y el islam, y todas las religiones monoteístas tienen un papel muy importante para unificar a todos para adorar al verdadero Dios viviente, y para prosperar y progresar de acuerdo con la voluntad de Dios. Es muy simple.»

Extraño o no, los activistas del Templo no son los únicos que intentan unificar a todos para adorar al mismo dios. El Papa Francisco está yendo claramente en esa dirección. Desde el día en que entró en su despacho oval, el Papa ha hecho todos los esfuerzos posibles para reunir a cristianos, judíos y musulmanes. Papa Francisco:

«La mayoría sabemos convivir; nos resulta más fácil. Es un mensaje, un mensaje a que tenemos al mismo padre, en el cielo, y al mismo padre acá también.»

La pregunta es: ¿qué padre tenemos en común? ¿a él, el «Santo Padre» en la tierra? o ¿al verdadero Santo Padre en el cielo? En cualquier caso, Francisco parece haber olvidado que los musulmanes nunca llaman a Dios o Alá «padre». Según el Corán, ningún hombre es hijo de Alá, ni él es padre de nadie. Además, el Papa deliberadamente ignora que el dogma central del Islam es que Jesús no es el Hijo de Dios, y que, según el Corán, nunca murió, y por consiguiente, tampoco resucitó.

…siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así … ciertamente no le mataron. (Sura 4:157)

Este tipo de contradicciones, sin embargo, no impiden que Francisco recorra el mundo haciendo amigos musulmanes. Desde que Francisco hizo del Vaticano su hogar, el Papa argentino se ha reunido con numerosos líderes musulmanes, visitado mezquitas e, incluso, rezado con sus amigos musulmanes. Y por si esto fuera poco, el Papa Francisco ha ido tan lejos como para alabar a los fieles musulmanes celebrando el Ramadán:

«… También pienso con afecto en aquellos inmigrantes musulmanes que esta noche comienzan el ayuno del Ramadán, con el augurio de abundantes frutos espirituales. La Iglesia está a vuestro lado mientras buscáis una vida más digna para vosotros y vuestras familias. A todos ustedes, ¡O’scia!»

Sí, ya lo habéis oído, ¡acaba de saludar a los musulmanes con «O’scia»! Literalmente significa «mi aliento» y es el saludo más afectuoso que se da en la región italiana de Lampedusa. [Pero hay algo más que un saludo en esta palabra. El papa Francisco lo sabe bien. O’Scia también es el nombre de un proyecto cultural iniciado en 2003 por Claudio Baglioni, un influyente cantante de pop italiano. En términos simples, la fundación tiene como objetivo hacer de O’Scia «el modelo de una sociedad civil pacífica» en Europa, llevando las diferentes religiones del Mediterráneo a un punto de encuentro.](1)

Preguntamos al miembro del sanedrín: Entonces, ¿crees que podría haber alguna unión entre las diferentes religiones?

«¡Por supuesto! Ya tenemos unidad, pero todos tienen miedo de los terroristas, así que éste es nuestro trabajo; unificar a todos para adorar al único y verdadero Dios, en el Tercer Templo, con todas las naciones que lo adorarán.»

Mientras, un trabajador del Instituto del Templo, comenta:

Cuando tengamos una comprensión correcta de lo que es importante en el mundo, será obvio que eso es lo que queremos, todos iremos tras la espiritualidad. De modo que cuando llegue el momento, todos querrán el Templo.

Otro líder cristiano que lucha para lograr la reconciliación entre las diferentes religiones monoteístas es el pastor evangélico Rick Warren, el escritor de Una vida con propósito, un best seller que algunos cristianos incluso consideran herético. Pero además de escribir libros controvertidos, en los últimos años, Warren ha estado viajando por todo el mundo promoviendo el diálogo interreligioso. No sorprende, pues, que el pastor fuera el encargado de hacer la famosa oración en la inauguración presidencial de Obama. Rick no perdió su oportunidad. En un intento por complacer tanto a los judíos como a los musulmanes, Warren, sutil pero intencionadamente, citó conjuntamente la Biblia y el Corán.

«Las Escrituras nos dicen: “Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor Uno es.” Y tú eres el compasivo y el misericordioso, y amas a todas las personas que has creado.»

Lo que Warren no especificó es que el verdadero pasaje bíblico no dice “tú eres el compasivo y misericordioso”, un término que solo aparece en el Corán, sino «amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas». Y por si esto no quedara claro, el evangelista acabaría su oración nombrando a Isa, el Jesús musulmán.

«Pido humildemente esto en nombre de Aquel que cambió mi vida, Yeshua, Isa, Jesús, quien nos enseñó a orar …»

Al igual que el papa Francisco, Warren ignora claramente que Jesús o “Jesus” no es la misma persona que Isa (¡ay!, ¿no se han dado cuenta de que incluso los nombres son diferentes?) Pero a quién le importa; Jesús, Isa … da lo mismo, siempre y cuando tu objetivo sea la unidad o coexistencia religiosa.

Miembro del Sanedrín:

«El nuevo mundo, digamos, sin sentimientos negativos, como el odio, la venganza … Será solo amor, aprecio, honra; así que éste será un mundo nuevo, pero no de un nuevo orden, será un mundo nuevo … holístico, la forma holística; la forma que Dios quiere.»

En otras palabras, la unión religiosa será la que traerá la paz al mundo. ¿Pero es esto lo que quiere Dios realmente? Precisamente, tal como vemos en el Antiguo Testamento, los Israelitas fueron amonestados y castigados por adorar a dioses ajenos. De manera similar el Nuevo Testamento nos enseña a guardar la buena doctrina y a no juntarnos con yugo desigual, porque «¿qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?» (2 Cor. 6:15) Recordemos esto: vivir en paz con todos no significa ignorar la realidad. Tampoco amar al prójimo significa cambiar la verdad por una mentira. Jesús no fue un profeta que solo pareció morir, como creen los musulmanes, o como alegan los judíos, un bastardo que murió en la cruz pero que nunca resucitó. Cristo fue y es el verdadero y único Mesías. Él es el Alfa y la Omega, «quién es y quién fue y quién ha de venir, el Todopoderoso». (2)

 

---

1. Párrafo no insertado en el vídeo.

2. Apocalipsis 1:8