
Nota: aunque el siguiente artículo está dirigido a lectores estadounidenses y angloparlantes, el mindfulness también es un fenómeno que ha calado hondo en países iberoamericanos. De hecho, en España esta práctica meditativa también se ha introducido en las escuelas públicas, donde se vende como método psicológico para relajar y desestresar a los niños. Por tanto, es algo que también debemos tener en cuenta, especialmente si tenemos hijos en edad escolar.
—Marcia Montenegro – Christian Answers for the New Age
«Estamos aquí para despertar de nuestra ilusión de separación.»
— Thich Nhat Hanh, budista zen y autor de «El milagro de la atención plena» y otros éxitos de ventas
«Sé una lámpara para ti mismo».
— Se cree que estas fueron las últimas palabras de Gautama Buda
En octubre de 2011 se entregó a los niños de una guardería de una escuela pública del norte de Virginia, un artículo de la revista Scholastic Parent and Child Magazine para que se lo llevaran a casa a sus padres. El artículo, titulado «Todo está en tu mente», escrito por Lynne Ticknor, promueve el mindfulness, un concepto budista y una práctica de meditación, junto con una breve entrevista a Goldie Hawn y su programa Mind-Up para escuelas, basado en la espiritualidad oriental. Este artículo es sólo uno de los muchos que se han escrito para documentar y promover la última invasión de la espiritualidad oriental en nuestras escuelas.
La religión del mindfulness
El artículo se refiere a la atención plena «basada en la filosofía del budismo» y rápidamente añade: «Pero no es religión» y «no tiene connotaciones espirituales». Sin embargo, el concepto y la práctica del mindfulness son religiosos. El mindfulness es el séptimo paso del «noble camino óctuple» budista. Su creciente visibilidad y aceptación en Occidente se debe en gran medida a su promoción por parte de seguidores del budismo, como Jon Kabat-Zinn, un budista zen que ha influido mucho en la comunidad sanitaria, y Thich Nhat Hanh, un monje budista y autor de éxitos de ventas.
El budismo es una religión que niega el mundo. Enseña que la realidad tal y como la vemos y experimentamos no es, de hecho, la realidad.** Creemos que lo es solo porque nos identificamos con nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, pensamientos, sensaciones y reacciones como resultado de haber nacido en este mundo. No existe el yo (el no yo se denomina anatman o anatta); el concepto del yo es el resultado de estas falsas identificaciones con el mundo. El budismo enseña que el sufrimiento es causado por el deseo. El nacimiento en este mundo, junto con nuestros procesos físicos y mentales, alimentan el deseo, perpetuando así el ciclo del deseo y el sufrimiento a través del renacimiento continuo (samsara).
La única forma de detener este ciclo y liberarse del samsara —que es el objetivo de la práctica budista— es desprenderse del deseo. Uno de los principales métodos para cultivar el desapego es la práctica del mindfulness o «atención plena» implica alterar el pensamiento y la perspectiva de uno mismo a través de la práctica budista de la meditación de atención plena, desprendiéndose de la mente y el yo mediante la observación sin juicios. Esto incluye la máxima que se escucha comúnmente: «Vive el presente», ya que el objetivo incluye desprenderse del pasado y del futuro.
Se supone que la práctica del mindfulness prepara a uno para un avance en la percepción, un despertar a la realidad, que es la ausencia de forma (sunyata, normalmente traducido como «vacío»). La atención plena se enfatiza especialmente en el budismo zen y, aparte de la MT (meditación trascendental), es la práctica oriental que más ha penetrado en Occidente.
Aunque se presenta como espiritualmente neutral, los orígenes y objetivos de la atención plena contradicen esa postura. Muchos no son conscientes de que el verdadero objetivo del budismo, el nirvana, no es una especie de paraíso budista, sino el estado al que se llega cuando se abandonan todos los apegos y las ilusiones, liberándose así del deseo y la reencarnación. Nirvana significa «extinguir» y es el estado de cese del deseo y la ilusión y, por lo tanto, del sufrimiento. ¿Cómo es este estado? El budismo no ofrece una respuesta clara.
Susan Kaiser Greenland, autora de The Mindful Child, ha estado enseñando mindfulness y promoviéndolo en escuelas de barrios marginales a través de su fundación, Inner Kids Foundation. En una entrevista, Greenland dijo lo siguiente sobre la relación entre el mindfulness y el budismo:

«Los fundamentos y aplicaciones budistas del trabajo secular de mindfulness pueden ser una gran fortaleza en lugar de un talón de Aquiles si se replantean como un protocolo de entrenamiento bien establecido y basado en la evidencia que ha demostrado reducir el estrés, mejorar la función inmunológica, desarrollar la función ejecutiva y la atención con resultados medibles en lo que respecta a los cambios no solo en la salud y el bienestar del individuo, sino también en la probabilidad de que una persona que haya recibido ese entrenamiento participe en acciones sociales y compasivas».
Reconoce que el budismo es la base de la atención plena, pero da a entender que si la atención plena puede «replantearse» utilizando términos relacionados con la salud mental y la reducción del estrés, entonces se puede eludir la complicada cuestión de la religión.
El tema de la respiración
El artículo afirma que a los niños se les enseña a concentrarse en su respiración, «un ejercicio ancestral para encontrar la calma y el equilibrio, o su «centro»». Una fotografía muestra a una madre y a su hijo sentados en posición de loto con los ojos cerrados. Otra muestra a dos niños pequeños (de unos 6 años) sentados uno al lado del otro en posición de loto con los ojos cerrados. Es evidente que se trata de algo más que simplemente respirar. La técnica de respiración es parte integrante de la meditación consciente.
La meditación consciente implica respirar de una determinada manera, pero también es una forma de trascender el pensamiento. Centrarse en la respiración lenta tiene como objetivo trascender el pensamiento conceptual. Respirar de esta manera lleva a una persona a un estado alterado en el que se suspenden el pensamiento crítico y el juicio. En el budismo, ese tipo de pensamiento interfiere con la percepción y la conciencia espiritual.
El budismo absorbió mucho del taoísmo, que surgió de la antigua creencia chamánica china en una fuerza universal, el chi, que impregna el mundo. De hecho, el budismo zen es una mezcla de taoísmo y budismo que proviene de China y se llamaba Chan (llamado Zen en Japón).
Controlar la respiración formaba parte del control y el equilibrio del chi, lo que permitía alcanzar la salud y la longevidad (según el pensamiento taoísta). Esta idea de la respiración como centro es muy similar a la enseñanza taoísta de que uno debe basarse en el flujo del chi y así equilibrar las dos fuerzas del yin y el yang.
El tema de la educación
Aunque los niños no practiquen la meditación consciente de forma intensiva (lo cual sería difícil para la mayoría de ellos), se les está introduciendo en ella, se les enseña cómo hacerlo y se les dice que es la forma de lidiar con sus sentimientos y «emociones intensas». Decirles que esta es la forma de lidiar con la ira o el miedo también puede transmitirles el sutil mensaje de que las emociones son algo malo.
Si bien es cierto que respirar profundamente varias veces cuando se está alterado puede calmar a una persona, la atención plena va mucho más allá de eso. La atención plena tal y como se enseña en las escuelas transmite al niño que siempre debe estar tranquilo, siempre lúcido, siempre en control. Sin duda, esto podría transmitir un mensaje negativo a los niños más emocionales y a los niños con diversos problemas psicológicos, neurológicos y emocionales, además de hacer que se sientan cohibidos por sus sentimientos.
Tenemos derecho a preguntarnos: ¿no se trata de un tipo de terapia que se impone a los niños sin el consentimiento de los padres? ¿Son los niños, especialmente los de los cursos inferiores, capaces de manejar esa información? ¿Deberían preocuparse por sus emociones? Como mínimo, el uso de la atención plena debería ser una decisión de los padres, no de la escuela ni de los educadores.
El problema de los estudios
El artículo cita «estudios» que afirman que el mindfulness ha logrado cosas increíbles, como mejorar la memoria, reforzar el sistema inmunológico y hacer que los niños que la practican sean más optimistas, sociables, compasivos y menos críticos consigo mismos. ¿De verdad?
Siempre que veamos afirmaciones tan audaces basadas en estudios sin más información, debemos preguntarnos: ¿Quién realizó estos estudios? ¿Cómo se llevaron a cabo? ¿Cuál fue su alcance y durante cuánto tiempo se realizaron? ¿Se han publicado los resultados en revistas profesionales revisadas por pares? Si estos estudios los han realizado organizaciones basadas en el mindfulness o afines a él, entonces no tienen credibilidad científica.
Además, es difícil demostrar que haya algo «refuerce el sistema inmunológico», ya que este es demasiado complejo e implica muchos sistemas del cuerpo. «Reforzar el sistema inmunológico» es la afirmación habitual de muchos productos sanitarios fraudulentos***.
Además, ¿cómo se podría medir si un niño es más optimista o compasivo? ¿No se trata acaso de una valoración subjetiva? ¿Qué criterios se utilizan para este tipo de medición? En resumen, esta referencia a los estudios debería cuestionarse, ya que no se proporcionan referencias ni datos científicos, y las afirmaciones son exageradas de forma injustificada.
De hecho, muchos piensan que es casi imposible comprobar científicamente los efectos de algo como la meditación o el mindfulness debido a diversos factores, tales como:
- ¿Quién lo enseña o guía?
- ¿Dónde se lleva a cabo?
- ¿Cómo se enseña (¿por un hombre o una mujer? ¿El tono de voz del profesor? ¿Los gestos del profesor?)?
- El trasfondo cultural de aquellos que están siendo estudiados.
Todos los factores anteriores pueden afectar los resultados, así como otros factores innumerables que deben tenerse en cuenta.
Piénsalo: ¿cómo sabemos lo que ocurre cuando los niños cierran los ojos? ¿Realmente están «meditando»? Quizás solo estén imaginando algo o sintiéndose somnolientos. No hay forma de saberlo.
¿Algunos niños se sienten mejor debido al poder de la sugestión? Los niños pueden ser muy sugestionables.
Estos son puntos válidos para plantear y cuestionar las afirmaciones sobre el mindfulness o cualquier tipo de meditación de origen oriental.
La histeria del mindfulness
Algunos educadores están utilizando la visualización, CDs de meditación y una aplicación para iPad o iPhone llamada BellyBio, «que ayuda a regular los ritmos respiratorios». La visualización guiada es una forma de hipnosis, por lo que esto debería ser motivo de alarma, si es que realmente se está utilizando esta forma de visualización.
La mayoría de los CD de meditación también utilizan formas de hipnosis; esa es la naturaleza de este tipo de meditación. ¿Y realmente quieren los padres que los profesores intenten «regular los ritmos respiratorios» de sus hijos?
La atención plena se está comercializando ahora de forma tan agresiva como lo ha sido el yoga. La palabra «compasión» se está uniendo al término «atención plena» (un ejemplo es un libro recomendado al final del folleto enviado a los padres, Mindfulness: Mothering with Mindfulness, Compassion, and Grace, de Denise Roy). Los maestros budistas utilizan con frecuencia la palabra «compasión» (esto es muy común en el Dalai Lama), pero el problema es que los no budistas no conocen todas las implicaciones de este término.
La compasión en el budismo no es simplemente sentir empatía o cuidar a las personas. La compasión incluye la visión budista de que todos los seres no humanos (llamados «seres sintientes») necesitan renacer [reencarnarse] como humanos , porque sólo los humanos pueden alcanzar la iluminación. Dado que el renacimiento puede llevar a una persona a un estado no humano, el budista debe difundir las enseñanzas budistas y trabajar en su propia iluminación para ayudar a promover las verdades budistas, de modo que todos puedan finalmente liberarse del ciclo del renacimiento. En el budismo, la iluminación budista es la única forma de alcanzar dicha liberación. El budismo puede profesar de boquilla la aceptación de todas las religiones, pero enseña que solo el camino budista puede liberar.
Por lo tanto, la compasión es un término religioso, no secular, cuando se utiliza en el contexto de la atención plena.
La comercialización
Scholastic es la empresa matriz de MindUP, el programa iniciado por la actriz Goldie Hawn, una budista practicante. Scholastic, como muchos saben, es un proveedor de numerosos materiales y programas para escuelas públicas. Se trata de una empresa global que crea y distribuye material para su uso en escuelas y hogares.
La defensa de la atención plena por parte de un gigante corporativo como Scholastic es un excelente ejemplo de cómo las creencias orientales están siendo respaldadas y difundidas en la cultura. Lo mismo ha ocurrido con el yoga, que se ofrece en el lugar de trabajo tanto en empresas como en organismos gubernamentales (junto con la promoción de prácticas como el feng shui, el tai chi y muchas formas de medicina alternativa New Age).
Los niños son los más vulnerables y son totalmente incapaces de criticar o evaluar estas ideas; por esa razón, son los mejores objetivos.
Los padres deben supervisar y prestar mucha atención a lo que ocurre en el aula de sus hijos. Deben hacer preguntas sobre todas las actividades. Pueden hablar con el profesor o el director y solicitar que sus hijos no participen en estas actividades por motivos religiosos. Aunque la escuela niegue que el mindfulness sea religioso, los padres pueden alegar que entra en conflicto con sus creencias. En Internet hay mucha información que puede ayudar a los padres a defender que el mindfulness es religioso.
NOTAS
* La autora de este artículo ha practicado durante unos 14 años diversas formas de meditación oriental, en particular el zen.
**«Desarrollar la sabiduría es un proceso que consiste en armonizar nuestra mente con la forma en que las cosas son realmente. A través de este proceso, eliminamos gradualmente las percepciones incorrectas de la realidad que hemos tenido desde tiempos inmemoriales». (El Dalai Lama, An Open Heart [Boston/Nueva York/Londres: Little, Brown and Company, 2001], página 86).
***Sobre el refuerzo del sistema inmunitario:
«La idea de reforzar la inmunidad es tentadora, pero la capacidad de hacerlo ha resultado difícil de alcanzar por varias razones. El sistema inmunitario es precisamente eso, un sistema, no una entidad única. Para funcionar bien, requiere equilibrio y armonía. Aún hay mucho que los investigadores desconocen sobre las complejidades y la interconexión de la respuesta inmunitaria. Por ahora, no hay vínculos directos científicamente probados entre el estilo de vida y la mejora de la función inmunitaria… <…>… los investigadores siguen tratando de comprender cómo funciona el sistema inmunitario y cómo interpretar las mediciones de la función inmunitaria». De Harvard Health Publishing.
«Por eso, cuando algo supuestamente refuerza el sistema inmunitario, tengo que preguntar qué parte. ¿Cómo? ¿Qué es lo que refuerza/potencia/apoya? ¿Los anticuerpos? ¿El complemento? ¿Los glóbulos blancos? ¿Los resultados provienen de tubos de ensayo (a menudo sin sentido), estudios con animales o estudios con humanos? Y si se trata de estudios con humanos, ¿cuál fue la población estudiada? ¿Son los resultados siquiera significativos? ¿O se trata de resultados pequeños, apenas significativos desde el punto de vista estadístico, obtenidos en estudios mal realizados? La respuesta, como veremos, suele ser nada». De Boost Your Immune System, por Mark Crislip



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