—Philip Bell, Creation Ministries International
A veces, las personas que no son cristianas pueden sorprendernos con sus perspicaces declaraciones sobre el cristianismo y la sociedad occidental. Por ejemplo, he escrito sobre la perplejidad del ateo Frank Haviland ante la forma en que muchos líderes de la iglesia niegan las enseñanzas fundamentales de la fe que profesan (The Church’s hole in the Heart).1 He aquí algunos ejemplos más de la visión de los incredulos.
Matthew Parris es un periodista y escritor británico que anteriormente había sido político. Aunque es ateo, atribuye el impacto beneficioso del Evangelio. No puede entender por qué los cristianos no son más públicos acerca de su fe:
“El Nuevo Testamento ofrece una imagen de un Dios que no me suena en absoluto ambiguo. Él envió a su hijo a la Tierra. Tiene planes claros tanto para su hijo como para la humanidad. Conoce a cada uno de nosotros personalmente y puede comunicarse directamente con nosotros. Somos capaces de formar una relación directa, individualmente con él, y se nos ordena que lo intentemos. Se nos dice que esto se puede hacer solo a través de su hijo. Y se nos ofrece la perspectiva de la vida eterna, una vida después de la muerte llena de circunstancias felices, dichosas o gloriosas…
Amigos, si yo creyera eso, o incluso una décima parte de eso… dejaría mi trabajo, vendería mi casa, tiraría mis posesiones, dejaría a mis conocidos y me lanzaría al mundo ardiendo con el deseo de saber más y, cuando hubiera averiguado más, actuaría en consecuencia y se lo contaría a los demás… Lejos de sorprenderme que los mormones o los adventistas llamen a mi puerta, no puedo comprender cómo alguien que cree lo que está escrito en la Biblia puede optar por pasar sus horas de vigilia en cualquier otra actividad”.2
Un problema importante, que los escritores y oradores del CMI (Creation Ministries International) destacan con regularidad, es que muchas personas profesan ser verdaderos cristianos pero niegan el fundamento del Génesis;1 luego, protestan diciendo que sus puntos de vista “progresistas” sobre la moral y la ética están respaldados por las Escrituras.
Yuval Noah Harari, un filósofo israelí y profesor de historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén, no se sorprende por esta inconsistencia. Autor de varios libros superventas que promueven una cosmovisión humanista y evolucionista (ver, por ejemplo, nuestras reseñas de Sapiens y Homo Deus), Harari escribe:
“Los verdaderos creyentes cristianos, por progresistas que sean… vuelven a la Biblia… Leen página tras página e historia tras historia con la máxima atención, hasta que finalmente descubren lo que necesitan: alguna máxima, parábola o sentencia que, si se interpreta de manera suficientemente creativa, significa que Dios bendice los matrimonios homosexuales y que las mujeres pueden ser ordenadas al sacerdocio. Luego pretenden que la idea se originó en la Biblia… La Biblia se mantiene como fuente de autoridad, aunque ya no sea una verdadera fuente de inspiración”.3
No es de extrañar que esta forma de elegir lo que más nos conviene de la Biblia provoque la crítica de los incrédulos, a veces el ridículo, pero a menudo la incredulidad.
Ben Sixsmith es autor y editor colaborador de The Critic. Las siguientes observaciones sobre lo que él llama “una distorsión del cristianismo” son, en verdad, reveladoras:
“Existe la cultura dominante, las celebridades, la moda, la música, el activismo político de moda y un mensaje de amor propio, pero con una distorsión del cristianismo. La mayoría de las personas se adhieren a la cultura dominante porque pueden tener todas esas cosas y el sexo prematrimonial. Podemos ver la tendencia del “giro del cristianismo” en otros lugares… Entonces, si el cristianismo es un complemento tan innecesario, ¿por qué hacerse cristiano?
No soy religioso, así que no me corresponde dictarles a los cristianos lo que deben y no deben creer. Aun así, si alguien tiene una fe que vale la pena seguir, siento que sus creencias deberían hacerme sentir incómodo por no hacerlo. Si comparte el 90 por ciento de mi estilo de vida y valores, entonces no hay nada especialmente inspirador en ellos. En lugar de hacerme querer ser más como ellos, parece como si ellos quisieran ser más como yo”. 4
El desafío: si estás leyendo esto como cristiano, ¿crees en las Escrituras, desde el primer versículo? ¿Estás defendiendo la verdad de Dios con valentía, fidelidad, amor, tacto y oración? ¿O todavía estás jugando con la incredulidad de la cultura que te rodea, sin estar seguro de tu fundamento de fe y ocultando tu lealtad a Cristo como un camaleón? Que Dios ayude a todos aquellos que buscan mantenerse firmes en Él y en Su verdad inquebrantable (Juan 10:35; 1 Cor. 15:58).
Referencias y notas
- Bell, P (6 de febrero de 2024)., The Church’s hole in the heart, creation.com/church-hole-in-the-heart.
- Parris, M.(Mayo de 2007), Why do people debate the future of the church when they have not made up their mind about the existence of God? The Times.markmeynell.files.wordpress.com
- Harari, Y.N.(2017), Homo Deus: A brief history of tomorrow. Vintage, Londres, p. 322, 2017.
- Sixsmith, B.(6 de diciembre de 2020), The sad irony of celebrity pastors,The Spectator.
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