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Rosh: Rusia en el apocalipsis (2)

Rosh:Rusia en el apocalipsis

Rosh en la historia y la Biblia

Enguardia

«Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo:  Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Gog, de la tierra de Magog, príncipe de Ros, Mesec y Tubal, y profetiza contra él y di: «Así dice el Señor Dios: “He aquí estoy contra ti, oh Gog, príncipe de Ros, Mesec y Tubal.» —Ezequiel 38:1-3

En el artículo anterior hemos visto algunos argumentos lingüísticos de la palabra «rosh» como un nombre propio y no un adjetivo. No obstante, ¿cómo podemos saber que Rosh se refiere a Rusia? En este capítulo daremos varios argumentos convincentes desde un punto histórico y geográfico que vinculan a Rusia con este nombre tan enigmático.

Existe considerable evidencia histórica de que un lugar (y pueblo) conocido como «Rosh» o «Ros» era muy familiar en el mundo antiguo. Clyde Billington, en una serie de artículos académicos titulados The Rosh People (Parte I, II, III) presenta una amplia evidencia histórica que demuestra, además de su existencia en el pasado, una conexión con Rusia.

Cómo veremos, el pueblo de Rosh aparece en la historia en diferentes lugares y épocas. Por ejemplo, los encontramos en el Cáucaso, en Mesopotamia, al oeste de Turquía, en la India y más tarde al norte del Mar Negro, en la moderna Ucrania y Rusia. Por lo tanto, es difícil entender el porqué de esta ruta migratoria; aunque tenemos algunos datos que nos pueden ayudar a realizar algunas hipótesis. Lo que sí está claro es que este pueblo existió y sigue existiendo.

Billington cree que la posible ruta migratoria empezó en el Cáucaso. Sin embargo, si leemos atentamente la Biblia, podríamos llegar a la conclusión de que esto no es así. La mejor evidencia la encontramos en Génesis 11, dónde leemos que después del diluvio «la tierra tenía una sola lengua» y que al salir del oriente «[Noé y su familia] hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí». Poco después Nimrod construyó las ciudades de Erec, Acad, Calne y Babel (Gn.10:10). Fue en esta última ciudad dónde intentaron construir una torre que llegase al cielo, por si fueran «esparcidos por la faz de la tierra». 

Nimrod fue hijo de Cus, es decir, un bisnieto de Noé. Podemos deducir, por lo tanto, que los descendientes de Noé se mantuvieron unidos hasta la tercera o cuarta generación.  Billington y otros creen que la palabra «rosh» proviene de Tiras (veremos esto más adelante), el hijo de Jafet, hijo de Noé. Posiblemente, fueron los hijos o nietos de Tiras (junto con los demás) quienes fueron «esparcidos por toda la faz de la tierra».

¿Cómo llegó, sin embargo, un mismo pueblo a lugares tan dispares? Una explicación podría ser que los roshitas, después de salir de la tierra de Sinar, fueron hacia el Cáucaso y de ahí emigraron (por imposición o voluntariamente) a otros lugares. No obstante también podría ser que en realidad salieron varios «bandos» de roshitas/tirasitas. Quizá los hijos de Tiras fueron cada uno por su lado, pero manteniendo el nombre de su padre como título honorífico. El nombre de Tiras, más tarde aparecería como Taruisha [hitita], Turus/Teresh [egipcio], Tauroi/Tursenoi [griego] y Tauri/etrusca [latín]. También encontramos nombres relacionados como reshet, reshu, rasu, etc.

Rosh en la arqueología e historia egipcia

Una de las referencias más antiguas de Rosh la encontramos en una inscripción de la cuarta dinastía ( 2650-2500 a.C., según datos seculares) dónde menciona a un hombre poderoso llamado «Khufu de Rash [R s]». Aunque Khufu se encuentra en un sarcófago egipcio, es probable que no fuera autóctono, algo que podemos ver también en la historia de José.

Pero quizá la evidencia más convincente es la inscripción de Hatshepsut (r. 1504-1482 a.C.), la cual dice:

«Mi fama hace que los grandes de los países se inclinen, mientras que el uraeus [la cobra] sobre mi frente… La tierra de Reshu [Egipcio: R’-s’w] y la tierra de Yu [Egipcio: Yww], no pueden esconderse de mi majestad; Punt es mio,…» 

Existen también otras inscripciones que mencionan la tierra de «retenu». No vamos a hablar sobre esto aquí, pero debe mencionarse, aunque de pasada, que varias de estas inscripciones describen a este pueblo como gente rubia y de ojos azules. ¡Incluso aparecen en algunos dibujos y grabados egipcios!

La conexión de Rosh con los rishataim de Jueces 3:8-11

En el capítulo tres del libro de Jueces leemos que los israelitas tomaron por mujeres a las hijas de los «cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos… y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses.  Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová, y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera». El texto prosigue:

«Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim [o Cushan-rishataim] rey de Mesopotamia [Aram-Naharaim]; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.» (RV1960)

La mayoría de versiones de la Biblia en español han traducido Aram-Naharaim cómo Mesopotamia. Mesopotamia en griego es el equivalente a Naharaim, «la tierra entre dos ríos». Por lo tanto, una traducción más literal sería, «Mesopotamia de los arameos». Cusan-risataim quiere decir «Cusan [rey] de los risateos». Por lo tanto, Cusan fue rey de la tierra de rishat/reshet/reshu mencionada por los egipcios.

Linea de tiempo. Rosh en la historia y la Biblia. Arameos, Egipcios, Asirios y Babilonicos

Originalmente los arameos (Aram fue uno de los hijos de Set, hijo de Noé) vivieron al noroeste de Mesopotamia, entre Siria e Iraq. Aram-Naharaim suele identificarse con el reino de los Mitani (ca. 1550-1325 a.C.). Los mitani fueron unos invasores indoarios (procedentes de Afganistán y la India) que se asentaron al norte de Mesopotamia. Posiblemente, este pueblo roshita indoario acabó por expulsar o subyugar a los hijos de Aram en el norte de Mesopotamia. No obstante, los Mitani/Roshitas fueron finalmente conquistados por los hititas alrededor del 1325 a.C., aunque «el pueblo de Rosh/rishataim continuó existiendo en el Tigris y el Eufrates por lo menos por otros siete siglos», nos dice Billington.

Sobre los Mitani, Billington continúa diciendo:

«Como se vio anteriormente, el antiguo pueblo Mitanni importó lapislázuli de Afganistán. De hecho, la clase dominante en el antiguo Reino de Mitanni adoraba a varios dioses [Mitra, Varuna, Nasatyas e Indira] que todavía son adorados por los hindúes en la India en la actualidad. Lo que hace que la conexión entre la India y Mitanni sea aún más interesante es que el norte de la India fue conquistado por un pueblo indoario llamado «rsi» en algún momento antes del año 1000 aC El historiador y etnólogo indio moderno Ramaprasad Chanda ha escrito que el pueblo rsi que conquistó el norte de la India antes del 1000 a.C. eran “rubios” y vinieron “del lejano norte” a la India.

También se sabe que los Rsi del norte de la India hablaban sánscrito. O. R. Gurney ha demostrado que había un vínculo lingüístico muy estrecho entre el idioma de los gobernantes del Reino de Mitanni y el idioma sánscrito utilizado por los conquistadores Rsi del norte de la India…»

Tiras, Rosh y los etruscos 

Ras/ros/rosh, cree Billington, es una variación de Tiras. En acadio (Acad fue una de las ciudades construidas por Nimrod) las consonantes iniciales como la «t» o la «s» solían eliminarse en los nombres propios. Por lo tanto, no nos debería extrañar que Tiras fuese conocido como ras, ros, rosh o por alguna otra variante.

A excepción del Libro del Génesis, nos dice Billington,  «la primera vez que el nombre Tiras aparece en un texto antiguo es en inscripciones egipcias de aproximadamente 1200 a.C. donde una coalición de tribus del área del Mediterráneo oriental atacó y destruyó el Imperio hitita.»

Los antiguos egipcios llamaron a esta coalición de tribus los «Pueblos del Mar». Esta coalición también atacó a Siria, Líbano, Israel y finalmente Egipto, la cual apenas logró sobrevivir. Curiosamente…

«Las inscripciones egipcias proporcionan los nombres de las tribus involucradas en la coalición de los Pueblos del Mar. Los filisteos [quienes se asentaron en filistea], que se mencionan con tanta frecuencia en el Antiguo Testamento, eran una de las tribus principales.»

Durante el reinado del faraón Merneptah [1212-1202 a.C.] se incluyó a los  «Turus» en la lista de los invasores. Algunos traductores modernos traducen el nombre Turus del jeroglífico egipcio como «Teresh» o «Turush». Los antiguos griegos llamaron a estos «Tursenoi», conocidos por los latinos cómo «etruscos». Por lo tanto, se cree que los etruscos fueron una de las tribus de los Pueblos del Mar que emigraron a Italia, dónde finalmente «se fusionaron con los romanos y desaparecieron como un pueblo separado». El idioma etrusco no está estrechamente relacionado con ningún otro idioma de la antigua Italia. Los etruscos adoraban a dioses orientales. Tarquino, uno de sus reyes, tenía el nombre de un dios mesopotámico. Además, «los etruscos tienen una serie de prácticas religiosas [p. ej. predecir el futuro mediante la lectura de los hígados de los animales sacrificados] que se puede rastrear fácilmente hasta los antiguos mesopotámicos.»

Cómo veremos más adelante, una de las tribus etruscas era conocida cómo «ruselani» y «roxolani», una fusión entre «ros» y «alan». Por otro lado, Otto Wilhelm Von Vocano, declara que los etruscos se llamaban a ellos mismos «rasna» o «rasena», el -na siendo una terminación que significa «gente» o «pueblo». Como en español «israel-ita», «portug-es» o «ucrania-no», etc. Por lo tanto, Billington ve una clara conexión con los etruscos y los nombres ras-na/ros-alan y el Teresh/Tiras de los egipcios.

Rosh y las inscripciones asirias

Algunos documentos asirios de los siglos IX-VII a.C. mencionan a un grupo de personas que vivían en Mesopotamia al este del río Tigris. Estos documentos asirios mencionan a un pueblo llamado «Rashu/Rashi» que entonces habitaba en las montañas de Zagros, justo al norte de la antigua Elam, en la moderna Irak e Irán. Además de mencionar a Rashu/Rosh, también mencionan a Tubal y Mesec. Incluso hay un documento cuneiforme del rey asirio Sargón II (r. 722-705 a.C.) que nombra a los tres pueblos de Ros, Mesec y Tubal mencionados en Ezequiel. En dicha inscripción (en mal estado) de Sargón II encontramos lo siguiente:

«Deporté (al pueblo) de las tierras de Kashu, Tabalu e Hilakku. Expulsé a Mite (Midas), rey de la tierra de Muski [Mesec]… las tierras de Rashi [o Rashu] y Ellipi que están en la frontera elamita…»

Compárese esto con el texto de Ezequiel 38 dónde se nos dice qué Dios estaba contra «Gog, príncipe de Ros, Mesec y Tubal». Estos tres mismos nombres aparecen en la inscripción asiria de Sargón II, ¡la cual fue escrita apenas cien años antes del texto de Ezequiel!

El texto asirio nos dice que Rashi/Rashu/Rosh estaba en la frontera con Elam. Elam fue una región al este de Mesopotamia, entre la moderna Iraq e Irán. Como hemos mencionado al principio de este artículo, es difícil entender por qué aparece este pueblo en diferentes lugares y épocas de la historia. Esto, sin embargo, no nos debería de extrañar puesto que hoy día también vemos descendientes de ingleses o españoles en diferentes partes del mundo. En ocasiones, incluso encontramos nombres de sus lugares originales. Por ejemplo, la Columbia Británica en Canadá, o ciudades como Guadalajara en México o La Española en el Caribe. 

Rosh en el Cáucaso

Otro lugar dónde encontramos al pueblo de Rosh es en el Cáucaso. Este grupo norteño habitó algunas regiones del noreste de Turquía, Armenia, Azerbaiyán y Georgia. Encontramos evidencia de esto en documentos del antiguo Reino de Urartu (Ararat). Billington afirma:

«En el año 749 a.C. el rey Sarduri II del Reino de Urartu hizo campaña al norte de su reino en las montañas del Cáucaso entre el Mar Caspio y Mar Negro. Allí Sarduri II afirma que luchó contra “la Tierra de Ruisha” y su Rey “Rashu”.» 

No obstante, el mismo Urartu parece haber sido conquistado poco después por el mismo pueblo de Ruisha a finales del siglo VIII y VII a.C. El rey Ursa/Rusa II de Urartu dice haber construido una ciudad llamada Ruisha, en la actual República de Azerbaiyán.  

Por lo tanto, existe evidencia sólida que vincula a un grupo de personas Rosh con la región del Cáucaso. También hay pruebas convincentes que sugieren que el pueblo Rosh de las montañas del Cáucaso debe identificarse con una tribu conocida por los griegos como los aorsi que también habitaban en las montañas del Cáucaso.

La conexión Rosh-Rusia

Cómo hemos mencionado anteriormente, los griegos llamaron al antiguo pueblo de Tiras «Tursenoi». Billington dice:

«El nombre “Tursenoi” es solo una variación del nombre Tiras más la terminación griega -enoi que significa pueblo. Por lo tanto, los nombres “Tauroi” y “Tursenoi” son solo dos versiones griegas del nombre Tiras.»

Además, estos Tauroi, dice Heródoto, habitaron en las actuales regiones de Ucrania, Crimea, el sur de Rusia, las montañas del Cáucaso y las costas del Mar Negro y Caspio. Billington prosigue:

«[Heródoto] indicó que en la zona dónde habitaban los Tauroi había un río llamado “Tyras” [griego: τυρες]. Actualmente el antiguo río Tyras se llama Dniéster y desemboca en el Mar Negro. Según Ovidio [ca. 43 a.C.-17 d.C.], los sármatas, que estaban estrechamente relacionados con la gente de Tiras/Rus/Ros, llamaron al río Dniéster Tyras… En la actualidad existe una ciudad rusa llamada “Tiraspol” ubicada en el río Dniester/Tyras. El nombre Tiraspol significa “la ciudad de Tiras”.»

Al norte del Mar Negro vivieron varias tribus: los sármatas, los alanos y roxolanos. Se cree qué los sármatas (posiblemente eslavos) acabaron fundiéndose con los alanos y roxolanos. Muchos expertos creen que el término roxolani es una fusión entre rox/rosh y alan. Cómo se ha mencionado anteriormente, una de las tribus de los etruscos eran los «rusellani». Según el historiador romano Ammianus Marcellinus, los alanos habitaron desde los desiertos de Escitia hasta el río Ganges. También indica que eran altos, rubios y hermosos. Así pues, estas dos tribus de origen ario vivieron en la region del Mar Negro, fusionandose en un solo pueblo.

El teólogo y filósofo aleman Gesenius (1788-1842) afirmó lo siguiente:

«Todos pueden ver que el nombre de los Roxolani es la unión del nombre Rhos o Rhox con el nombre del pueblo Alani; indicando así una fusión de estos dos pueblos o que [los alanos eran] del territorio [del Rhox].» 

Rosh y los Bizantinos

Sin duda los bizantinos creyeron en la existencia de un pueblo llamado Ros o Rosh. En el siglo V d.C. Sócrates de Constantinopla identifica a una banda de bárbaros liderada por Rhougas con Ros, Mesec y Tubal. 

En el siglo X d.C. el historiador bizantino León el Diácono afirmó que los tauroescitas eran llamados «ros» por los campesinos griegos. León continúa:

«Además, muchos [escritores] testifican que esta raza es intrépida, guerrera, poderosa y agresiva con todas las razas vecinas; incluso el santo Ezequiel hace mención de [esta raza] donde escribe: “He aquí, traigo sobre vosotros a Gog y Magog, príncipe de Ros.”

Gesenius corrobora con las siguientes citas lo dicho por León el Diácono:

«Hamartolos, un escritor del siglo X d.C., describe a los Rhos como “unos escitas salvajes y toscos…” 

[Simon Logotheta escribe]: “Los Rhos son un pueblo salvaje y tosco que habita en el norte de Crimea…”

[Zonaras también escribe]: “Los Rhos son un pueblo escita de los pueblos de Crimea…”

“Los escritores árabes dicen que los ros habitan en las orillas del Volga. El escritor árabe Ibn Foszlan (escribiendo c. 921 d.C. según lakutum)… describe [a los Rhos] como numerosos, belicosos y de apariencia blanca. Y muchos otros [escritores los describen] como bárbaros y sucios.” —Gesenius, Thesaurus Linguae Hebraeae et Chaldaeae Veteris Testamenti, vol. III, p. 1253.

Rus: ¿Origen escandinavo o del medio oriente?

La idea más común (sostenida tanto por historiadores seculares como no seculares) es que la palabra rus o ros fue creada por los varegos, una tribu vikinga que emigró hacía el este y el sur (en la moderna Rusia, Ucrania, Bielorrusia y los Balcanes), estableciendo más tarde la famosa Rus de Kiev. Algunos historiadores sostienen que Rus proviene de la palabra finlandesa Ruotsi. Sin embargo, Billington se opone a esta tesis con seis argumentos.

1. La palabra bizantina para Rus refiriéndose a los antiguos rusos, precede en cientos de años al uso de esta palabra por los varegos.

2. Las fuentes bizantinas nunca hablan de que estas personas hayan emigrado del norte al sur. Ellos, nos dice Billington, «habitaron durante mucho tiempo el área del Mar Negro y Crimea (Rusia y Ucrania) y ninguna de las fuentes bizantinas establece que la patria original de los Ros fuera Escandinavia.»

3. Dado que ya desde el II siglo antes de Cristo existían varias formas para designar al pueblo de Rosh, es muy poco probable que los finlandeses hayan inventado el nombre «Rus».

4. Tampoco hay «ninguna razón lógica por la que el pueblo Ros hubiese adaptado el nombre finlandés extranjero de “Ruotsi” después de emigrar al sur de Rusia». 

5. Casi todos los eruditos concuerdan «en que los varegos nunca se llamaron a sí mismos (y no fueron llamados por otros) Ros mientras aún vivían en Escandinavia cerca de los finlandeses». 

6. Los registros bizantinos y occidentales indican que había personas en el sur de Rusia que ya se llamaban a sí mismas con el nombre de «Rus» muchos años antes de la invasión del norte. 

Últimas palabras

La existencia del pueblo Ros es innegable. Hemos visto que a lo largo de la historia ha existido un grupo de personas y lugares con nombres cómo: Rashu, Rosh, Rus, Rashi, Ruisha, etc. También hemos visto que existía (y existe) un pueblo llamado Ros al norte del Cáucaso, en las regiones de Ucrania, Moldavia y Rusia. Finalmente, Billington ha demostrado que el nombre de Ros/Rus no tiene nada que ver con escandinavia; más bien, fueron estos los que adoptaron este nombre al asentarse en Rusia y Ucrania.

La biblia nos dice que un día Dios va a castigar a «Gog, príncipe de Ros, Mesec y Tubal.» (Ez. 38.3) Gog y la tierra de Magog serán juzgados después del reino milenial de Cristo (Ap. 20.8); aunque algunos creen que también tendrán su papel durante la gran tribulación del apocalipsis. 

Así pues, espero qué esta información no solo sirva para ejercitar nuestra mente, sino que nos permita también acercarnos más a la mente y designios de Dios, esperando atentamente su venida.

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