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Belsasar: Una biografía arqueológica

Cilindro de Nabonido - Belsasar-Daniel
Cilindro que describe las reparaciones realizadas en el templo del dios de la luna Sin en Ur por el rey Nabonido, con una oración por su hijo Belsasar. Terracota, 555-539 a.C. (Wikimedia Commons)

Bryan Windle (Bible Archaeology Report)

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Belsasar es conocido comúnmente como el rey que gobernaba Babilonia la noche en que su reino cayó en manos del ejército de Ciro el Grande de Persia. De hecho, fue corregente con su padre, Nabonido, quien rigió Babilonia durante 17 años (c. 556–539 a.C).

Belsasar fue un personaje desconocido durante muchos años, ya que algunos escritores antiguos como Beroso (c. 250 a. C.) nombran a Nabonido como el último rey de Babilonia. [1] Como resultado, algunos críticos del siglo XIX dudaron de la veracidad del relato de Belsasar en el libro de Daniel. Por ejemplo, Cäsar von Lengerke describió que este relato era “pura ficción” y “una falsificación palpable” y continuó diciendo que “toda la historia está desfigurada y falsificada por el autor, que no fue testigo ocular de los acontecimientos, ni estaba familiarizado correctamente con su historia”. Su resumen se basó en tres factores: 1) el último rey de Babilonia no se llamaba Belsasar, 2) no era hijo de Nabucodonosor, y 3) no fue asesinado la noche en que Babilonia cayó en manos de los persas. [2] Otros eruditos que aceptaron la historicidad del relato de Daniel generalmente asumieron que Belsasar era un nombre alternativo para otro rey babilónico. Por ejemplo, Josefo lo equipara con Nabonido, [3] mientras que Zöckler pensó que era Evil-Merodac (Awil-Marduk). [4]

La historicidad de Belsasar

La identidad de Belsasar (en acadio Bēl-šarru-uṣur, “Bel proteja al rey”) ha quedado firmemente establecida desde mediados del siglo XIX mediante la traducción de numerosas inscripciones cuneiformes. En 1853, J.E. Taylor descubrió cuatro cilindros de arcilla en las ruinas del zigurat de Ur, Irak. Eran inscripciones idénticas que registraban la restauración del zigurat del dios de la luna Sîn y cada una contenía un rezo nombrando a Belsasar como hijo de Nabonido:

“Además, con respecto a Belsasar, (mi) hijo primogénito, mi propia descendencia, coloca en su corazón el temor de tu gran divinidad para que no cometa pecado. Que esté saciado de felicidad en la vida”. (Col. ii., Líneas 23-26) [5]

Existe un rezo similar en una serie de cilindros de arcilla fracturados que se encuentran en la colección del Museo Británico (BM 91124 y BM 104738):

“(En cuanto a) mí, Nabonido, el rey de Babilonia que venera tu gran divinidad, que esté saciado de felicidad en la vida. Además, en cuanto a Belsasar, (mi) hijo primogénito, mi propia descendencia, prolonga sus días. Que no cometa ningún pecado” (líneas 32–36). [6]

Una carta de la Colección Babilónica de Yale que data del séptimo año de Nabonido contiene otra referencia a Belsasar. En esta, un hombre llamado Shumukin observa una constelación que vio en un sueño:

“En un sueño vi la Gran Estrella, Venus (es decir, Dilbat), Sirius, la luna y el sol y (ahora) estudiaré esta (constelación) con respecto a una interpretación favorable para mi Señor Nabonido, rey de Babilonia, así como a una interpretación favorable a mi señor Belsasar, el príncipe heredero” [7]

Otra tablilla cuneiforme de Borsippa fechada en el año once menciona a un “esclavo de Belsasar, hijo del rey”. [8] “Belsasar, hijo del rey” aparece mencionado en otros cinco textos babilónicos que describen sus negocios en el imperio. [9]

Gracias a estas inscripciones se ha podido establecer firmemente la historicidad de Belsasar, el príncipe heredero e hijo primogénito de Nabonido.

Corregencia de Belsasar

¿Se consideró alguna vez a Belsasar como rey, título que se le da en el quinto capítulo del libro de Daniel? Los críticos dirían que no, señalando el hecho de que Belsasar no es mencionado como “rey” en ninguna inscripción oficial y que, mientras su padre estaba en Arabia, el festival anual Akitu (Año Nuevo) no se celebró en Babilonia ya que solo el rey podía presidirlo. No obstante, hay abundante evidencia de que fue corregente durante casi una década y participó en actividades propias de la realeza.

Tablilla del «Relato en Verso» de Nabonido. Un oponente del rey Nabonido de Babilonia intenta dar una explicación de su «exilio» en Taima, describiendo su locura, que lo lleva a rechazar al gran dios Marduk. C. 539 a.C., Babilonia. BM 38299.

Según el relato en verso de Nabonido, el rey de Babilonia abandonó la ciudad y viajó por toda Arabia, estableciendo una base en Teima. Se desconoce el motivo de la ausencia de Nabonido, aunque se han hecho varias sugerencias: 1) estaba en una campaña militar prolongada, 2) se dispuso a adorar al dios de la luna, 3) estaba loco, 4) estaba enfermo y buscaba un clima mejor. El relato en verso de Nabonido simplemente afirma que durante su tercer año “confió el ejército a su hijo mayor, su primogénito, las tropas en el país que ordenó bajo su mando. Lo dejó todo, le confió el reinado [a su hijo primogénito, Belsasar] y él mismo emprendió un largo viaje. Las fuerzas militares de Acad marcharon con él y se dirigieron hacia Teima, en el profundo oeste” (ii.5-6). [10]

Durante los siguientes diez años, Nabonido no estuvo en Babilonia y Belsasar gobernó en su lugar como corregente. Paul-Alain Beaulieu ha analizado 38 textos babilónicos datables que se refieren a Belsasar y determinó que supervisó los asuntos oficiales en Babilonia desde al menos el cuarto año hasta el decimotercer año del reinado de Nabonido.[11] Específicamente, hay cuatro actividades reales principales que indican la realeza de Belsasar :

1) El rey de Babilonia era honrado con los restos de las comidas sacrificiales ofrecidas a las estatuas de culto, y seleccionando las ofrendas reales de ovejas. Según los textos babilónicos, tanto Nabonido como Belsasar fueron honrados de esta manera mientras Nabonido estaba ausente. [12]

2) Los juramentos normalmente se hacían “por la majestad del rey”. Hay un registro de juramentos prestados por la majestad de Nabonido y Belsasar mientras este último reinaba en Babilonia.[13]

3) El rey de Babilonia estaba oficialmente al mando del ejército. Según el relato en verso de Nabonido, Nabonido le dio a Belsasar el mando del “ejército de todas las tierras”. En las crónicas babilónicas, el ejército de Acad es “su ejército”, en referencia a Belsasar.[14]

4) Los registros muestran que Belsasar ejerció plena autoridad real al otorgar arrendamientos de tierras, ordenar que el templo fuera purificado y emitir directivas “por orden de Belsasar”. [15]

Además, según Beaulieu, “durante la ausencia de Nabonido, Belsasar asumió la regencia, y parece que el rey nunca intervino directamente en los asuntos internos de Babilonia mientras residía en Teima”. [16]

A todos los efectos, hubo dos reyes de Babilonia durante este período: Nabonido reinando desde Teima en Arabia, y Belsasar reinando en Babilonia. Si bien es cierto que a Belsasar nunca se le llama “rey” en las inscripciones reales oficiales, el registro babilónico indica que Nabonido “le confió el reino” y que, en su ausencia, durante casi una década su hijo actuó como el rey de facto en Babilonia, desempeñando muchas funciones de la corte.

Dada su posición oficial como corregente y su papel en Babilonia, no sería sorprendente que la gente se refiriera a él como rey, especialmente al dirigirse a él cara a cara, como se registra en Daniel 5:18. Además, esto le da sentido a la recompensa que Belsasar le prometió a Daniel de ser nombrado el tercer gobernante más alto del reino (Dn. 5:16). Como corregente, esto es lo máximo que podría ofrecerle honoríficamente.

Puerta de Ishtar - Museo de Berlin

La puerta de Ishtar de Babilonia. Museo de Berlin. (Wikimedia Commons)

La genealogía de Belsasar

Dado que la corregencia de Belsasar está vinculada al reinado de su padre, el conocimiento del árbol genealógico de Nabonido proporciona información importante sobre los antecedentes.

En sus propias inscripciones, Nabonido se llama a sí mismo “hijo de Nabu-balatsu-iqbi”, un “príncipe sabio” que por lo demás es desconocido.[17] Según la inscripción de Adad-guppi, el nombre de su madre era Adad-guppi (Hadad-ḥappī). Nabonido no parece haber tenido ningún vínculo familiar directo con el linaje real de Nabopolasar y Nabucodonosor II.[18]

Según el historiador antiguo Beroso, Nabonido se convirtió en rey de Babilonia mediante un golpe de estado:

“Laborosoarchodos [Labasi-Marduk], el hijo de Neriglisaros [Neriglissar], que era sólo un niño [probablemente un hombre joven], fue amo del reino durante nueve meses. Debido a que su maldad se hizo evidente de muchas maneras, sus amigos conspiraron contra él y lo mataron brutalmente. Después de su muerte, los conspiradores se reunieron y conjuntamente confirieron el reino a Nabonnedos [Nabonidus], un babilonio y miembro de la conspiración.” [19]

En su propia inscripción, Nabonido dice: “Por orden de Marduk, mi señor, fui elevado a la soberanía de la tierra”. [20] Resulta revelador afirmar que el dios babilónico Marduk lo elevó al trono, porque justifica su ascenso e implica que no llegó al trono a través de una herencia normal a través de su padre.

Entonces, ¿cómo podemos entender la declaración de Daniel a Belsasar de que “el Dios Altísimo le dio a tu padre Nabucodonosor el reino, la grandeza, la gloria y la majestad” (Dn 5:18), ya que Nabonido no era descendiente de Nabucodonosor?

Algunos han señalado que en el antiguo Cercano Oriente, los términos padre e hijo podrían usarse de manera más amplia para significar predecesor/sucesor, incluso cuando no existe un vínculo familiar directo.[21]

Por ejemplo, en el Obelisco Negro de Salmanasar III, el rey asirio registra que recibió el tributo de “Jehú, hijo de Omri” [22] a pesar de que Jehú no estaba relacionado con Omri y en realidad había destruido su linaje. Daniel podría estar usando la frase “Nabucodonosor tu padre” en el sentido de que él era el predecesor de Belsasar.

Otros eruditos creen que Belsasar estaba relacionado con Nabucodonosor a través de su madre. Según Heródoto, Nabonido (llamado Labineto en el texto griego) [23] tenía una esposa llamada Nitocris.[24] Dougherty ha presentado una lista extensa de evidencia circunstancial plausible que sugiere que Nitocris era probablemente hija de Nabucodonosor con una esposa egipcia (el nombre Nitocris es de origen egipcio).[25] Si este es el caso, la hija de Nabucodonosor era la madre de Belsasar y la frase de Daniel “Nabucodonosor tu padre” se usó en un sentido familiar.

Si Belsasar fue nieto de Nabucodonosor, sería comprensible que le hubieran asignado un papel importante en las cortes babilónicas al alcanzar la mayoría de edad. De hecho, hay un texto babilónico del año 560 a.C. que nombra a “Belsasar, el oficial principal del rey”. [26] Su posible vínculo con Nabucodonosor explicaría también por qué la ascensión de Belsasar como corregente en el tercer año de Nabonido parece haber sido fácilmente apoyada por aquellos en Babilonia.

La muerte de Belsasar

Representación de la visión de Belsasar. Rembrandt
Representación de la visión de Belsasar descrita en el libro de Daniel. Rembrandt (1636)

Según la Biblia, Belsasar y la corte estaban festejando y bebiendo la noche en que Babilonia cayó ante el ejército de Ciro el persa. Cuando blasfemaron intencionalmente contra Dios usando utensilios que habían saqueado del Templo de Jerusalén, apareció una mano sobrenatural escribiendo en la pared. Llamaron a Daniel y él interpretó el mensaje proclamando la caída de Belsasar. El quinto capítulo de Daniel termina con la caída de la ciudad. El texto simplemente dice: “Aquella misma noche fue asesinado Belsasar, rey caldeo” (Dn 5:30).

Dejando de lado la escritura sobrenatural en la pared (la arqueología, por definición, no puede verificar o falsificar eventos sobrenaturales), hay numerosos detalles en este sencillo relato que se afirman en otras fuentes históricas.

Jenofonte señala que los babilonios no estaban preocupados por el asedio de la ciudad por parte de Ciro, creyendo “que tenían provisiones suficientes para más de veinte años». También registra que estaban celebrando “cierta fiesta… durante la cual toda Babilonia estaba acostumbrada a beber y divertirse toda la noche”.[27] Del mismo modo, Heródoto registra que los babilonios “estaban bailando y celebrando una fiesta que casualmente caía” en aquel día. [28] Exactamente se desconoce qué festival se celebraba, pero no era el festival Akitu (Año Nuevo), que se celebraba en marzo/abril; Babilonia cayó en octubre del 539 a.C.

Algunos han sugerido que Belsasar no estaba reinando en Babilonia cuando cayó la ciudad, ya que Nabonido había regresado y habría sido considerado rey. La Crónica de Nabonido contiene detalles que ayudan a aclarar la situación. Según este texto, la fiesta de Akitu (Año Nuevo) no se celebró en los años séptimo, noveno, décimo y undécimo de Nabonido porque éste se encontraba en Teima. Se deja constancia de que el rey había regresado, y en su año 17 (539 a. C.) se celebró el festival de Akitu. Más adelante, en el otoño, los persas atacaron y la Crónica de Nabonido registra además que el rey babilónico abandonó la ciudad para enfrentarlos en la batalla.

“Cuando Ciro luchó en Opis en la [orilla del] Tigris contra el ejército de Acad, el pueblo de Acad se retiró. Se llevó el botín (y) masacró al pueblo. Al decimocuarto día, Sippar fue capturado sin batalla. Nabonido huyó. El decimosexto día, Ugbaru, gobernador de Gutium, y el ejército de Ciro, sin batalla, entraron en Babilonia. Más adelante, después de que Nabonido se retirara, fue capturado en Babilonia”. (Col. iii, Líneas 13-16) [29]

Otro académico traduce la última línea de la siguiente manera: “Después, Nabonido, cuando regresó a Babilonia fue hecho prisionero.”[30]

Beroso registra además: “Al enterarse de la invasión [de Ciro y su ejército] Nabonnedos [Nabonidus] lo encontró con un ejército y se opuso a él en la batalla. Después de ser derrotado, huyó con un pequeño séquito y se refugió en la ciudad de los borsipas [Borsippa]. Mientras tanto, Ciro se apoderó de Babilonia… Ciro luego marchó hacia Borsippa para sitiar Nabonnedos. Nabonnedos, sin embargo, no esperó el asedio sino que se rindió primero. Ciro, tratándolo con amabilidad, le concedió Carmania como residencia y lo envió fuera de Babilonia.” [31]

Ruinas de la antigua Babilonia
Ruinas de la antigua Babilonia, 1932. (Wikimedia Commons)

Al reconstruir la cadena de acontecimientos durante la rápida y caótica caída de Babilonia, parece que Ciro invadió la tierra, Nabonido abandonó la ciudad de Babilonia para enfrentarlo y fue derrotado en las batallas de Opis y Sippar. Nabonido luego huyó a la segura Borsippa. Mientras tanto, la ciudad de Babilonia fue tomada, tras lo cual Ciro marchó hacia Borsippa, donde Nabonido se rindió. Se lo llevaron de regreso a Babilonia como prisionero o lo trajeron para rendirse oficialmente. Después de esto, Ciro fue amable y a Nabonido se le permitió salir de Babilonia, donde vivió el resto de su vida en Carmania.

Un hecho importante a tener en cuenta es este: ¡todas las historias coinciden en que Nabonido no estaba en Babilonia la noche que la ciudad cayó en manos del ejército de Ciro! Según la Crónica de Nabonido, el rey había huido y sólo después de la caída de la ciudad de Babilonia regresó. Según Beroso, Nabonido estaba en Borsippa cuando cayó Babilonia. Dada la anterior corregencia, tiene sentido que Nabonido dejara a su hijo en control de la capital mientras él marchaba a la batalla. Así, Belsasar gobernaba en la ciudad de Babilonia la noche en que cayó el imperio, tal como lo registra la Biblia.

De hecho, esto puede ser a lo que alude Heródoto cuando afirma que “Ciro, entonces, marchó contra el hijo de Nitocris [Belsasar]…” [32]

Además, Jenofonte registra que el rey fue asesinado en el palacio por los generales de Ciro, Gadatas y Gobrias, esa fatídica noche de octubre de 539 a. C. [33]  Algunos han visto en este incidente una discrepancia entre Beroso, que dice que Nabonido se salvó, y Jenofonte, que dice que el rey murió. Sin embargo, no tiene por qué haber ninguna discrepancia. Dado que Nabonido no estaba en Babilonia la noche que cayó la ciudad, fue el rey Belsasar quien fue asesinado, como lo registran Jenofonte y el libro de Daniel. Al rey Nabonido se le permitió vivir, como lo registra Beroso y afirma otro texto llamado la Profecía Dinástica. Beaulieu resume: “La Profecía Dinástica confirma la afirmación de Beroso de que Nabonido no fue asesinado, sino exiliado a una provincia remota del imperio persa. Por lo tanto, es posible que el rey asesinado por Gobrias en la Ciropedia no fuera Nabonido, sino su hijo, Belsasar. Jenofonte estaría de acuerdo en este punto con el Libro de Daniel.” [34]

Conclusión

Si bien Belsasar fue desconocido temporalmente por los historiadores, ahora tenemos más de 3000 inscripciones cuneiformes que datan del reinado de Nabonido, muchas de las cuales cubren el período de la corregencia de Belsasar. Esta es mucha más evidencia de inscripciones que la que existe para cualquier otro rey neobabilónico. [35] De hecho, ahora sabemos más sobre el reinado de Nabonido y su corregencia con Belsasar que sobre el reinado del rey Nabucodonosor, ya que hay pocas inscripciones de la última parte de su gobierno .[36]

La gran cantidad de inscripciones reales y cartas datables babilónicas han completado muchos detalles de la corregencia de Nabonido y Belsasar. Estos, junto con el testimonio de historiadores antiguos, afirman numerosos detalles del texto bíblico que alguna vez fueron cuestionados por los eruditos críticos de generaciones anteriores.

 Extra

La cuestión de cómo Belsasar se perdió en la historia durante tanto tiempo, así como quién pudo haber intentado borrar el registro de su reinado y por qué, son abordados por Roger Young en su artículo, “How Belshazzar was Deleted from History and Who Did it” , publicado en la revista Bible and Spade . Puedes encontrar una copia AQUÍ . (En inglés) ¡Lo recomiendo!

 


Referencias y notas

1. Burstein, S.M.(1978): The Babyloniaca of Berosus, Malibu, Udena Publications, pág. 28
2. Von Lengerke,C. (1835): Das Buch Daniel, Königsberg: Gebrüder Borntraeger. Traducido y citado por Moses Stuart (1859):  A Commentary on the Book of Daniel ,Boston, Crocker & Brewster. p. 143-144.
3. Josefo: Antigüedades (10.11.2). Disponible en: https://penelope.uchicago.edu/josephus/ant-10.html  [Consulta: 8 de enero de 2024].
4. Zöckler,O (1901): The Book of The Prophet Daniel. Traducido por James Strong, Nueva York, Charles Scribner’s Sons, pág. 34. Disponible en:: https://archive.orgr [Consulta: 9 de enero de 2024].
5. Weiershäuser, F. y Novotny,J. (2020): The Royal Inscriptions of Amēl-Marduk (561-560 BC), Neriglissar (559-556 BC), and Nabonidus (555-539 BC), Kings of Babylon, University Park: Eisenbrauns. p.163.
6. Weiershäuser, F. y Novotny,J. p.135
7.  Clay, AT. (1915) Colección babiloniana de Yale I, núm. 39, pág. 55, citado en ANET, nota al pie, pág. 309-310.
8. Tableta BM 26740, Museo Británico. Disponible en: https://www.britishmuseum.org/collection/object/W_1898-0514-558  [Consultal 9 de enero de 2024]
9. Dougherty, R.P. (1929) Nabonidus and Belshazzar, New Haven, Yale University Press, pág. 81-85.
10. Oppenheim, A.L. Verse Account of Nabonidus.Disponible en: https://www.livius.org/sources/content/anet/verse-account-of-nabonidus/ [Consulta:  10 de enero de 2024].
11.  Beaulieu, P.A. (1989): The Reign of Nabonidus King of Babylon 556 – 539 BC, New Haven: Yale University Press, pág. 156-157.
12. Beaulieu, pág. 188
13.Beaulieu, pág. 190
14. Beaulieu, pág. 190
15. Beaulieu, pág. 194-195
16. Beaulieu, pág. 185
17. Dougherty, R.P. (1929): Nabonidus and Belshazzar, New Haven, Yale University Press, pág. 17.
18. Weiershäuser, F. y Novotny, J. (2020):The Royal Inscriptions of Amēl-Marduk (561-560 BC), Neriglissar (559-556 BC), and Nabonidus (555-539 BC), Kings of Babylon, University Park, Eisenbrauns, pág. 3.
19. Burstein, S.M. (1978): The Babyloniaca of Berosus, Malibu, Undena
20. Dougherty, R.P. (1929): Nabonidus and Belshazzar, New Haven, Yale University Press, pág. 72.
21. Young,R. (2022): “How Belshazzar was Deleted from History and Who Did it.” Bible and Spade. 32(5), p. 21.
22. Luckenbill,D.D. (1926): Ancient Records of Assyria and Babylonia, Vol.1, Chicago, University of Chicago Press,p. 211
23.Véase el artículo de Roger Young (p. 24-25) más arriba, así como Nabonido y Belsasar de Doughtery (p. 33-24).24. Heródoto 1.188
25. Dougherty, R.P. (1929): Nabonidus and Belshazzar, New Haven, Yale University Press, pág. 51-63.
26. Dougherty, pág. 67.
27. Jenofonte, Cyropaedia , 7.5.13 y 7.5.15. Disponible en: https://www.perseus.tufts.edu [Consulta:13 de enero de 2024]
28. Heródoto, Historias, 1.191. Disponible en: https://www.perseus.tufts.edu [Consulta: 13 de enero de 2024].
29. Grayson, A.K. “ABC 7 (Crónica de Nabonido)”. Disponible en: https://www.livius.org  [Consulta:13 de enero de 2024]. Otro erudito traduce la última línea como: “Después, Nabonido, cuando regresó a Babilonia, fue hecho prisionero”.
30. Dougherty, R.P. (1929): Nabonidus and Belshazzar, New Haven, Yale University Press, pág. 170.
31. Burstein, S.M. (1978): The Babyloniaca of Berosus, Malibu, Undena, pág. 28.
32. Heródoto, Historias, 1.191. Disponible en: https://www.perseus.tufts.edu/ [Consulta: 13 de enero de 2024].
33. Jenofonte, Ciropedia , 7.5.28-30. Disponible en:: https://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Xen.%20Cyrop.%207.%205&lang=original [Consulta: 13 de enero de 2024].
34. Beaulieu, P.A. (1989): The Reign of Nabonidus King of Babylon 556 – 539 BC, New Haven: Yale University Press, p. 231.
35. Powell, E.A., ““The Last King of Babylon.” Archaeology.org. Disponible en: https://www.archaeology.org/. [Consulta: 12 de enero de 2024].
36. Sack,R. “Nergal-šarra-uṣur, King of Babylon as seen in the Cuneiform, Greek, Latin and Hebrew Sources.” . Zeitschrift für Assyriologie und Vorderasiatische Archäologie. 68 (1), pág. 129.Según Ronald Sack, tenemos pocas inscripciones cuneiformes de la última parte del reinado de Nabucodonosor (594 a. C. en adelante) y nos vemos obligados a confiar en fuentes secundarias hebreas, griegas y latinas.

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