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Rosh: Rusia en el apocalipsis

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—Enguardia

Si os dijera que Rusia aparece en la Biblia y que va a ser un país dominante en los “últimos tiempos”, seguramente pensaréis que no estoy muy cuerdo. Sin embargo, esto es lo que han sostenido no pocos teólogos y estudiosos de las Escrituras, los cuales basan sus argumentos tanto desde un punto de vista gramatical como histórico. En este artículo nos centraremos en el aspecto lingüístico y la traducción de la palabra “rosh” o “ros” רֹאשׁ.

¿Es rosh un adjetivo o un nombre propio?

La palabra rosh en hebreo puede traducirse como “cabeza”, “soberano” o “jefe”.  Es una palabra muy común y se usa en todos los idiomas semíticos. Ocurre aproximadamente setecientas cincuenta veces en el Antiguo Testamento, junto con sus raíces y derivados.

No obstante, rosh también puede traducirse como un nombre propio. En Génesis 46:21 leemos que “los hijos de Benjamin [fueron]: Belá, Bejer, Asbel, Guerá, Naamán, Ejí, Ros, Mufín, Jufín y Ared.”

Rosh aparece en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel, dónde se nos dice (en la mayoría de traducciones) que Dios está en contra de “Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.” (Ez. 38:2) En español, la mayoría de las versiones han traducido “rosh” como un adjetivo. Lo más común es que lo traduzcan como “soberano” o “supremo”, precedido por la palabra “príncipe”. De hecho, solo la Biblia de las Américas ha decidido traducir este término como un nombre propio:

Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo:  Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Gog, de la tierra de Magog, príncipe de Ros, Mesec y Tubal, y profetiza contra él,  y di: «Así dice el Señor Dios: “He aquí estoy contra ti, oh Gog, príncipe de Ros, Mesec y Tubal. (Ez. 38.1-3)

¿Por qué solo la Biblia de las Américas (y en inglés, la New King James, la Jerusalem Bible, la New English Bible, la American Standard Version, y la New American Standard Bible) ha traducido Rosh como un nombre propio?

Espero que los siguientes argumentos dados por Thomas Ice y otros estudiosos de la Biblia nos ayuden a esclarecer el porqué.

1) En la Septuaginta Rosh aparece como un nombre propio.

En la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento, Rosh aparece como nombre propio (Ρως ‘ros’) . Recordemos que la Septuaginta fue escrita en el tercer siglo antes de Cristo; es decir, unos tres siglos después de escribirse Ezequiel (c. 622- c. 570 a.C.). La traducción de rosh como adjetivo en muchas traducciones modernas se remonta a la Vulgata latina de Jerónimo del año 400 d.C. James Price, un experto en lengua hebrea, dice:

Evidentemente, para el segundo siglo d.C. el conocimiento de la antigua tierra de Rosh había disminuido. Y debido a que la palabra hebrea rosh era tan común como “cabeza” o “jefe”, Aquila fue influenciado para interpretar rosh como un adjetivo, contrario a la LXX [Septuaginta] y las convenciones gramaticales normales. Jerónimo siguió el precedente establecido por Aquila, y así disminuyó aún más el conocimiento del antiguo Rosh al eliminar el nombre de la Biblia latina.

Para el siglo XVI d.C., el antiguo Rosh era completamente desconocido en Occidente, por lo que los primeros traductores de la Biblia al inglés fueron influenciados por la Vulgata latina para vulnerar la gramática hebrea normal en su traducción de Ezequiel 38–39. Una vez que se sentó el precedente en inglés, se perpetuó en todas las versiones posteriores en inglés hasta este siglo, cuando algunas versiones modernas se opusieron. Este antiguo precedente erróneo no debería perpetuarse. (Price, J. Rosh: An Ancient Land, p. 88)

Clyde Billington explica por que Jerónimo se opuso a la mayoría de las pruebas y optó por otra traducción:

¡Jerónimo mismo admite que no basó su decisión en consideraciones gramaticales! Jerónimo parece haberse dado cuenta de que la gramática hebrea respalda la traducción de “príncipe de Rosh, Mesec y Tubal” y que no respalda su propia traducción de “príncipe soberano de Mesec y Tubal”. Sin embargo, Jerónimo rechazó traducir Rosh como un nombre propio porque “no pudimos encontrar el nombre de esta raza [es decir, el pueblo de Rosh] mencionado en Génesis o en cualquier otro lugar de las Escrituras, o en Josefo.” Fue este argumento no gramatical lo que convenció a Jerónimo de adoptar la traducción de Aquila que traducía a Rosh como adjetivo [“jefe”] en Ezequiel 38–39. (Billington, The Rosh People in History and Prophecy (Part One), p. 60.)

2) Algunos de los mejores eruditos y textos académicos lo traducen como un nombre propio.

Dos eruditos como C.F. Keil y Wilhelm Gesenius sostienen que la mejor traducción de rosh (Ez. 38:2-3 y 39:1) es como un topónimo; es decir, que el nombre se refiere a una ubicación geográfica específica. Gesenius murió en 1842 y es considerado como uno de los más grandes eruditos del idioma hebreo. Sin ninguna duda, él creía que Rosh es un nombre propio que identifica a Rusia. Gesenius escribió:

[Rosh] es un nombre propio de una nación del norte, mencionado con Mesec y Tubal; indudablemente los rusos, que son mencionados por los escritores bizantinos del siglo X, bajo el nombre de Ros, los cuales vivían al norte del Tauro. . . morando en el río Rha (Volga).” (Gesenius. Lexicon, p. 752)

Además de estos eruditos, muchos diccionarios y enciclopedias bíblicas identifican a Rosh como un nombre propio.

3) Rosh se traduce mejor como un nombre propio

La mejor evidencia a favor de Rosh como nombre propio es simplemente que esta traducción es la más precisa. G. A. Cooke, un erudito hebreo, traduce Ezequiel 38:2 como “el jefe de Rosh, Mesec y Tubal”. Él lo llama “la forma más natural de traducir el hebreo”.

Rosh, Mesec y Tubal es una construcción gramatical con una lista de tres sustantivos. La misma construcción hebrea aparece en Ezequiel 38:5 (“Persia, Cus y Fut) y  Ezequiel 27:13 (“Javán, Tubal y Mesec”) y estos son claramente reconocidos como una lista de tres sustantivos por los gramáticos. La gramática árabe y hebrea no sólo admite, sino que exige, que rosh se tome como sustantivo.Nunca se ha citado ningún ejemplo de gramática hebrea que apoye la adopción de rosh como adjetivo. En cambio, en la gramática hebrea uno no puede romper la cadena constructiva de los tres sustantivos que tienen este tipo de gramática.

El erudito hebreo Randall Price dice, “sobre bases lingüísticas e históricas, el caso para tomar a Rosh como un nombre propio en lugar de un sustantivo-adjetivo (príncipe soberano) es sustancial y persuasivo.” (Randall Price, Ezekiel)

A la luz de una evidencia tan abrumadora, no sorprende que James Price concluya lo siguiente:

Se ha demostrado que Rosh era un lugar muy conocido en la antigüedad como lo demuestran numerosas y variadas referencias en la literatura antigua. También se ha demostrado que un adjetivo que interviene entre un sustantivo y su nomen rectum es altamente improbable, ya que no existe un ejemplo inequívoco en la Biblia hebrea. Además, se ha demostrado que considerar a Rosh como un nombre está en armonía con la gramática y la sintaxis hebreas normales. Se concluye que Rosh no puede ser un adjetivo en Ezequiel 38-39, sino que debe ser un nombre. Por lo tanto, la única traducción apropiada de la frase en Ezequiel 38:2, 3 y 39:1 es “príncipe de Rosh, Mesec y Tubal”. (Price, J. Rosh: An Ancient Land, pp. 88–89.)

Clyde Billington dice que “las características de la gramática hebrea. . . dictaminan que Rosh se traduzca como un nombre propio y no como un adjetivo, . . . Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los argumentos gramaticales para la traducción de Rosh como un nombre propio en Ezequiel 38-39 son concluyentes y no están realmente abiertos a un debate serio”. (Billington, C. The Rosh People in History and Prophecy, p.56)

Otro aspecto importante es que rosh se menciona por primera vez en Ezequiel 38:2, pero aparece otra vez en Ezequiel 38:3 y 39:1. Si rosh fuera simplemente un título, éste probablemente no se volvería a repetir, porque en hebreo cuando los títulos se repiten generalmente se abrevian.

Conclusión

Desde el punto de vista lingüístico rosh debería traducirse como un nombre propio. Sería conveniente que los traductores revaluaran este término y que, como mínimo, considerasen la opción de traducir a rosh como un nombre propio. Para esto es importante recordar que (1) los antiguos judios optaron por traducirlo al griego como un nombre propio, (2) que algunos eruditos tan importantes como Gesenius no solo lo tradujeron como un nombre propio, sino que incluso lo identificaban con Rusia, y (3) que es más natural traducirlo como un nombre propio que un adjetivo.

Esto ha sido un breve análisis lingüístico de la palabra rosh, ¿pero que tiene que ver esto con Rusia? En el próximo artículo nos adentraremos en el aspecto histórico-bíblico de este tema tan apasionante.


Lea el siguiente artículo: Rosh en la historia y la Biblia

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